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viernes, 15 de noviembre de 2013

El Tumi de Oro Tesoros Escondidos del Perú,

El Tumi de Oro Tesoros Escondidos

bien seguiremos haciendo una lista de información de tesoros ocultos uno de ellos el tumi.
El Tumi es un tipo de cuchillo ceremonial usado en el Antiguo Perú por las culturas Moche, Chimú e Inca. Habitualmente está formado por una sola pieza metálica. El mango de un tumi tiene forma rectangular o trapezoidal. Aunque su longitud es variable, ésta siempre excede el ancho de una mano. En uno de los extremos del mango está la marca característica de los tumis: una hoja cortante en forma semicircular (donde el lado curvo es el que tiene el filo y el lado recto es perpendicular al mango).

Tumi Lambayeque






Los ejemplares arqueológicos más conocidos son los que proceden de sitios arqueológicos de la costa norte peruana, especialmente los del período lambayeque(700-1300 d. C.) (también llamado Sicán). La sección del mango de estos Tumis muestra una elaborada figura de forma humana y ojos almendrados (figura que tradicionalmente se ha identificado con Naylamp, un dios-rey de los mitos lambayeque) , a veces con incrustaciones de piedras semipreciosas. Los Tumis lambayeque son algunas de las piezas más famosas del arte precolombino peruano.
En 2006 las tumbas lambayeque encontradas por Izumi Shimada y Carlos Elera en el bosque de Pomac permitieron el registro arqueológico de tumis in situ por primera vez. Hasta esa fecha, todos los tumis lambayeque conocidos procedían de tumbas saqueadas. Fue creado entre 1100-1400

Usos

El arte andino precolombino (especialmente el arte moche) muestra claramente el degollamiento de prisioneros con tumis.
Se sabe que los antiguos peruanos curaban a sus heridos con traumatismos craneales severos (algo común en la guerra, que utilizaba las mazas contundentes como una de sus principales armas) practicando cortes y extracción de la parte dañada del cráneo (trepanaciones craneanas). Estas operaciones muchas veces permitían que el herido siguiera viviendo, tal como lo demuestra la evidencia arqueológica de cráneos trepanados encontrados sobre todo en la costa sur peruana. (Especialmente de las culturas paracas ynazca). Es una idea común que esos cortes se practicaban con cuchillos de pedernal y con tumis metálicos.
Ello ha influido en la simbología médica contemporánea. De hecho, la famosa Vara de Esculapio con una serpiente enroscada, uno de los símbolos universales de la práctica médica, es sustituida en el Perú contemporáneo por la silueta de un tumi, como se pude ver en los isotipos de instituciones médicas del país (Gremios médicos, clínicas, etc.). En algunas entidades el tumi va acompañado de las clásicas serpientes entrelazada... La representación es la de un personaje mítico, que algunos estudiosos sostiene que es la del antiquísimo Naymlap. La cabeza del personaje en su parte superior termina en una diadema en media luna que en su campo medio presenta OCHO ESMERALDAS incrustadas y rodeada por adornos circulares en el mismo metal, sobre las esmeraldas aparece en arco una hilera de catorce dibujos en forma de “S” en posición horizontal y entrelazadas unas con otras sobre la cual hay otra fila de adornos en zig-zag y se remata la parte superior y enmarcada entre dos hileras de adornos globales, una fila de doce figuras en forma de “S” horizontales.
Debajo de la diadema, presenta la cara cubierta por una máscara, donde los ojos son redondos y rasgados hacia los lados y hacia arriba; prototipo de las máscaras Lambayeque; una nariz que según algunos estudiosos cuando se aprecia de perfil tiene la forma de pico de ave (característica ornitomorfa); una boca diseñada por una línea horizontal en bajo relieve con labios pronunciados y enmarcado por dos líneas laterales verticales que simulan los pómulos y abajo el mentón de la cara.
Lateralmente se desprenden de la diadema dos orejeras que rematan cada una de ellas en un círculo metálico con incrustación de una esmeralda. Además y también lateralmente cuelgan a manera de dijes, dos estructuras que representan aves mitológicas, sostenidas con el pico hacia abajo.

sábado, 9 de noviembre de 2013

El otro tesoro: El Coricancha.

El otro tesoro: El Coricancha.

Palabra Quechua que en castellano significa Cerco o Jardín de Oro. En 1535, después de quebrar la resistencia Inca y masacrar la población del Cuzco, fue saqueado y destruido lo que era el máximo templo Inca dedicado al Sol, El Coricancha. En este caso, hasta por su nombre, era obvio que paredes enteras del templo estaban cubiertas de oro, plata y piedras preciosas. Tenía también una gigantesca representación en oro del dios máximo Inca, el Sol (Inti) y otra, de proporciones similares, en plata, representando a la diosa Luna (Quilla). En el Coricancha reposaban las momias de los Monarcas Incas acompañados de sus tesoros. Reposaban en un jardín artificial (nuevamente, llévese en cuenta el otro significado del nombre Coricancha) constituido por esculturas que representaban, en tamaño natural, animales (por ejemplo llamas)  y plantas hechas de oro y plata adornados con piedras preciosas. Todo el mundo conoce esa historia como también que la ignorancia, barbarie y codicia de los conquistadores fue tal que todas esas maravillas fueron  fundidas, transformadas en lingotes para facilitar su transporte destruyéndolas al punto de no dejar casi nada generándose  así, por mucho tiempo, la idea de que los Incas y las otras Civilizaciones del Mundo Andino no sabían esculpir.
Por segunda vez los europeos encontraron literalmente una montaña de oro El oro y tesoro de los Incas era una realidad objetiva y por tanto tenía que existir, así debían razonar los muy codiciosos conquistadores, otro lugar con tesoros aún más grandes:
 

Oro del Perú


Oro del Perú Del Cuarto del rescate al mito de El Dorado


El mito de El Dorado, aquella ciudad perdida en algún lugar de Sudamérica, hecha totalmente de oro, surgió en el imaginario occidental gracias a los relatos del rescate de Atahualpa y Coricancha.
Palabras clave: mito, El Dorado, Perú, oro, minería

El estado actual del Cuarto del Rescate fue otro de los temas tratados en la Audiencia Regional... se encuentra rodeado por viviendas, por lo que la Beneficencia Pública [de Cajamarca] realiza gestiones a fin de liberar de ese entorno a este monumento histórico

Uno de los estudios... sobre el potencial minero de la región Cajamarca señala que el valor de las reservas mineras está en el orden de los 142 mil millones de dólares.


I. El Mito.
¿Podría haber aparecido en el imaginario español (y occidental) el poderoso mito de El Dorado sin la existencia real (material, tangible y mensurable) del fabuloso tesoro del Cuarto del Rescate y del Oro de los Incas? La respuesta es simple: NO. Y es NO por lo siguiente.
Ese mito, surgido entre los españoles y que sería una de las grandes ideas -  fuerza que impulsarían su expansión cada vez más al interior de América del Sur, dice lo siguiente. Caminando desde la costa del Pacífico y  cruzando los Andes, en algún lugar al Oriente (o sea en alguna parte de la inmensa región sudamericana que desde 1542 sería conocida como  Amazónica) se encontraría una ciudad secreta, construida toda de oro (paredes, templos, etc),  capital residencial de un poderoso Rey Indígena y su corte. Ese Rey era de una sociedad que tenía por dios al Sol y por eso la ciudad era construida de oro para rendirle pleitesía siempre ya que ese metal era considerado encarnación terrena de esa divinidad. Otra versión de ese mito dice que un Príncipe Indígena diariamente se cubría con polvo de oro y, en un lago, se bañaba retirando el oro de su cuerpo el que, por su peso, se depositaba en el fondo. Ese Príncipe, también adorador del Sol, anualmente viajaba hasta el centro del lago en una balsa cargada de objetos auríferos los que, ritualmente, eran tirados al agua: así por siglos.

II. La realidad detrás del mito.
La Historia muestra que en 1532 territorios que hoy conforman el Perú tuvieron la desgracia de comenzar a ser invadidos por conquistadores españoles los que eran comandados por el analfabeto y ex - criador de cerdos Francisco Pizarro. De todas las consecuencias de esa historia muy infeliz lo que interesa recuperar aquí es lo siguiente.
En noviembre de 1532 Atahualpa, históricamente el último de los soberanos Incas, descansaba en su residencia de invierno de Cajamarca tomando baños en las aguas termales de esa ciudad. Entonces fue que aceptó la propuesta de embajadores de Pizarro para un encuentro que, por consenso entre las partes,  fue denominado de pacífico razón por la cual aceptó presentarse con su ejército desarmado. El encuentro fue el 16 de noviembre. Allí Atahualpa y todos los otros  Incas de su séquito fueron sorprendidos porque los españoles quienes, guiándose por sus principios de usar cualquier medio para obtener victorias, habían mentido pues repentina y traicioneramente atacaron y capturaron al Monarca Inca. Posteriormente lo asesinarían, aplicándole la pena del garrote. Este capítulo de la historia pasó a ser conocido como El Rescate

viernes, 8 de noviembre de 2013

La leyenda Muki ó Muqui

El Muki ó Muqui andino

 
Existe una leyenda urbana en los andes centrales de Perú acerca del Muki o Muqui, el cual es al parecer un duende que habita en las minas en especial las profundas, por ello solo su existencia se centra al espacio subterráneo (en otras palabras solo en el interior de la mina). El Muki desarrolla una conexión con los trabajadores del socavón a los cuales escarmienta o ayuda decisiones que el mismo ente decide.

Conforme pasa el tiempo su descripción varia dependiendo la época, relatos de mineros en los años 30´s decían que recorría socavones sosteniendo una pequeña lámpara de carburo vistiendo con un poncho hecho con lana de vicuña, en la cabeza llevaba 2 pequeños cuernos relucientes y hablaba con voz suave y encantadora. Ahora en nuestros días quienes han percibido su presencia refieren que no es muy diferente aunque ahora viste con ropa de minero, algunos poseen botas de agua y hasta usan linternas eléctricas de batería posiblemente hurtadas de los mismos mineros.
La leyenda del Muki se encuentra muy extendida en el ambiente minero de los andes peruanos, no han sido pocos los que han sido testigos de su existencia así como de sus travesuras o bondades según haya sido su suerte, incluso puede ser que tome la apariencia de un animal el cual ya de por si es extraño que este dentro de la mina, o de un hombre blanco y rubio el cual se presenta con  los mineros muchas veces para engañarlos y hacer una de las suyas.
Muki significa húmedo o humedad en quechua, por eso se dice que suele aparecer en lugares cercanos al agua, aunque también puede ser una derivación de Mukiq que significa “el que asfixia” el cual se puede pensar que está asociado a los gases letales que pueden estar en algunos lugares bajo tierra.
En los departamentos mineros de Perú la descripción de este ser es la misma mas el nombre como lo reconocen varía dependiendo la región, por ejemplo en Arequipa lo conocen como Chinchilico, en Puno Anchancho, en Pasco Muki y en Cajamarca Jusshi. Se puede pensar que el Muki guarda relación con las diferentes criaturas con las mismas características en distintos lugares del mundo, que también tienen una conexión muy fuerte con la tierra como los leprechauns en las minas de Irlanda ó los entes benignos que habitan en las minas de estaño de Cornualles y Devon, puede que solo sea una extraña coincidencia el hecho de que se cuente historias de seres pequeños en trabajos subterráneos, pero como dicen algunos “las coincidencias de esta manera no existen”.
 

El muqui, muki o anchancho dueño de las minas de oro y plata

Muqui (mitología)

El muqui, muki o anchancho,


 es un duende de la mitología de los Andes centrales en Bolivia, Perú, Ecuador, y Colombia; el cual se caracteriza por ser minero y, como tal, su existencia está circunscrita al espacio subterráneo: el muqui habita en el interior de la mina.
La palabra Muqui resulta de la castellanización del vocablo quechua murik, que significa "el que asfixia" o muriska "el que es asfixiado". En su vertiente huancavelicana, la palabra muqui sugiere "el acto de torcer", "ahorcar". Por ello, los antiguos mineros inconscientemente, identificaron al Muqui con el sílice, polvo letal que produce la enfermedad de la silicosis. Aunque también Muki en quechua significa "húmedo" o "humedad". De ahí se dice que el Muki aparece en los lugares donde hay agua.
A pesar de la distancia y el aislamiento de los campamentos mineros, la creencia y la descripción del Muki es, prácticamente, la misma en la sierra desde Puno, en el sur hasta Cajamarca en el norte del Perú, en el centro hasta Pasco, aunque su nombre varía en algunos lugares. En Arequipa, por ejemplo, se le llama “Chinchilico”; en Puno, “Anchancho” en Pasco y la región andina de Bolivia, “Muqui” y en Cajamarca, “Jusshi”. Todas estas ciudades están localizadas en el Perú.
La fusión (sincretismo) de la cultura indígena con la cristiana, supuso también la inclusión de creencias occidentales con respecto a este mito, tal como que las principales vícitimas de estos duendecillos era los niños moritos, aquellos que aún no habían recibido el bautismo; incluso se menciona en algunos lugares del sur del país, que son estos niños no bautizados, eran quienes se convertían en los duendecillos. Según antiguos relatos, Los niños que no son bautizados, son raptados por los duendes, los cuales viven (o se esconden) en las higueras o platanales, para que se conviertan en uno de ellos. El niño que se encuentra con estos seres, aparte de recibir un gran susto adquiere una piel muy pálida, por lo que se recomienda llevar lo más antes posible a una iglesia para que reciba el Sacramento.
La creencia en el Muki surgiría tanto de las antiguas tradiciones andinas sobre los demonios y pequeños seres que pueblan el “Uku Pacha” o mundo de abajo, como de los propios temores y de la necesidad de los trabajadores de encontrar una explicación a las cosas extraordinarias que suelen ocurrir diariamente en la labor minera.
Como se advierte, en el imaginario popular, no existe un solo tipo de Muqui. Así como hay diversidad de elfos mineros a nivel universal, existen también variedades de Muquis en el mundo subterráneo de los Andes. Se les conoce por los lugares en que se hicieron visibles. Sus diferencias son formales antes que de esencia. Así tenemos Muquis de Huacracocha, de Goyllar, de Morococha, de El Diamante, de Santender, de la Mina Tentadora, de la mina Julcani, de Excélsior, por citar algunos de los más conocidos de una inacabable relación que corresponde a la tradición oral de las minas.

Fisonomía, vestimenta y costumbres

De estatura pequeña, el Muqui no excede los cincuenta centímetros, perteneciendo, estos seres, a la categoría de los enanos.
Para la tradición cerreña, el Muqui es un ser pequeño, de cuerpo fornido y desproporcionado. Su cabeza está unida al tronco, pues no tiene cuello. Su voz es grave y ronca, no concordante con su estatura. Sus cabellos son largos, de color rubio brillante. Su rostro es colorado y está cubierto de vellos. Posee una barba larga, del color blanquecino de la alcaparrosa. Su mirada es penetrante, agresiva e hipnótica, de reflejos metálicos. En otras tradiciones mineras, su cabeza presenta dos cuernos. Éstos le sirven para romper las rocas y señalar las vetas. Su piel es muy blanca y lleva colgado de la mano un farolito (cf. Sosa y Tamara). Además tiene las orejas en punta. (La influencia occidental es nítida en este aspecto de la representación. El diablo, originario de la cultura etrusca y difundido extensamente en el bajo medioevo por el catolicismo, ha sido vinculado con los duendes mineros. Los metalarios del periodo inicial de la alquimia, atribuían a los duendes, gnomos, kobolds y al diablo mismo, las perturbaciones en el tratamiento de los metales. Por ejemplo, el nombre del cobalto deriva de kobold (duende escandinavo) y níquel del diablo mismo, como lo llamaba un sector de alquimistas.)
Habitan en lugares desérticos, atacan produciendo bastante miedo a sus víctimas o adversarios, se dice que suelen llevarse niños solos e indefensos; un secreto de personas antiguas para enfrentarlos es quitarse el cinturón o correa de los pantalones y darles con el cinturón con mucha fuerza sin dejarse vencer por el miedo.
Su descripción varía de acuerdo a la época. Antiguamente, por la década de los años 1930, se decía que recorría los socavones sosteniendo en la mano, una pequeña lámpara de carburo, abrigado con un poncho hecho de lana de vicuña. Tenía en la cabeza dos pequeños cuernos relucientes y hablaba con voz suave. En la actualidad no es muy diferente, aunque ahora vista ropa de minero, botas de agua y use una linterna eléctrica a batería. A veces el pequeño duende toma también la forma de animal o de un hombre muy blanco y rubio para presentarse a los mineros y engañarlos.
La leyenda del Muqui, se encuentra ampliamente extendida en el ambiente minero de los Andes Centrales.
Consecuente con las exigencias del trabajo, el Muqui usa casco, ropa de minero y calza botas claveteadas. En otras tradiciones, se le representa como un geniecillo vestido de verde musgo, a veces con una finísima capa de vicuña o con el traje impermeable que usan los mineros. Generalmente, porta en la cintura una lámpara, ya de carburo, ya eléctrica, según el avance teconológico de la mina. Lleva un shicullo, soga de pelos de la cola del caballo, atado a la cintura. Camina como pato, pues sus pies son de tamaño anormal. Sus extremidades inferiores pueden adoptar la forma de las patas de un ganso o cuervo. Asimismo, pueden tener la punta hacia atrás. Por ello su ropa les cubre hasta los pies. Los curiosos esparcen ceniza o harina en su camino para auscultar la huella que dejan a su paso.
El Muqui puede andar solo o acompañado: refieren, algunos informantes, episodios protagonizados por varios Muquis formando grupos; otros dan fe sobre su inclinación de vivir solos. Pueblan, estos seres, un mundo de eterna oscuridad, sin tiempo. No se le ha visto envejecer, pareciera que el tiempo no le afecta. Y, en su sorprendente existir, se torna visible o invisible a los ojos mortales. Los Muquis gustan de lanzar penetrantes silbidos. Éstos, anuncian peligro y salvaguardan a los mineros de su simpatía. En otras ocasiones, producen desconcierto y miedo. Los Muquis, son comunicativos. Hablan a los oídos, conversan en los sueños, poseen un extraño poder premonitorio. Esta energía dialogal es sentida, vitalmente, por las gentes de las minas. El Muqui no gusta de los agnósticos. Le molesta que duden de su existencia.
El Muqui se inmiscuye en el destino de los trabajadores del socavón, gratificándolos o escarmentándolos. Es un misterioso enano conocido como el dueño de las minas.
El Muqui es un duende investido de poder. A su voluntad, hace aparecer o desaparecer las vetas (veta de oro). Está atento a las obsesiones, resentimientos, ambiciones y frustraciones de los mineros. Y, al tiempo que demuestra simpatía hacia unos, genera castigo y escarmiento a otros. Puede aliviar el trabajo, ablandar las vetas o endurecerlas, si prefiere. Suele conceder favores, establecer pactos, sellar alianzas, llegar a acuerdos a plazo fijo, que cobra puntual e inexorablemente. Pues, estos donantes de la buena o mala suerte, poseen un código de honor preciso y reservado. Su ética exige discreción y reciprocidad en sus pactos. De allí que los amigos del Muqui sean personas de opiniones reservadas y criterios parcos.
La mayoría de relatos coinciden en que es posible atrapar al Muqui y hacer “pacto” con él para enriquecerse. En el caso más frecuente el enanito de las minas ofrece al trabajador hacer su “tarea” a cambio de coca, alcohol y hasta de la compañía de una mujer para mitigar su soledad. Pero casi siempre el resultado del pacto es trágico, pues a la larga de una u otra manera el minero incumple y el Muqui se venga quintándole la vida.
El Muqui se abstrae en el juego o el trabajo. Por esa razón bien puede observársele sin que lo advierta. En esa circunstancia, los audaces, logran cogerlo y sujetarlo con el shicullo. En tal caso, al Muqui "se le amarra sólo con soga de cerda de caballo, porque hasta el alambre lo rompe" (cf. Huanay: 78-79). Enseguida, se lo cubre con la misma ropa de su captor. Este secreto, lo inmoviliza. Ha habido mineros que habiéndolo amarrado lo han amenazado con llevarlo a la luz y el Muqui se ha vencido, sabedor de su debilidad: los reflejos del sol lo desvanecen y matan.

jueves, 7 de noviembre de 2013

El Oro ligado a la mitología y a la espiritualidad

El Oro ligado a la mitología y a la espiritualidad

El Rey Midas
Muchas son las historias fantásticas y leyendas que se han creado alrededor del Oro a través de los siglos.  A nivel de espiritualidad su presencia ha sido fundamental para diversas creencias y ritos religiosos.  La fascinación por él se ha mantenido hasta nuestros días, aunque las connotaciones han ido cambiando con el tiempo.  Su energía es como un aura positiva, lo que lo convierte en el metal precioso por excelencia.
En la mitología encontramos historias fascinantes como la de Jasón y el Vellocino de Oro.  Jasón hijo de Eson rey de Yolcos   en Tesalia, quien fue asesinado por su hermano Pélia, razón por la cual le es encomendada la crianza de Jasón al centauro Quirón.  Años más tarde Jasón regresa para reclamar el trono que le pertenece, momento en el cual Pélias le pide que vaya por el Vellocino.  A bordo de su barco Argo y acompañado por sus argonautas, se hizo con el Vellocino de Oro y posteriormente recuperó su trono.
Otra de las historias famosas es la de la Maldición del Rey Midas, Sileno mentor de Dionisio, extraviado en las tierras del rey, este le acoge y alberga.  En agradecimiento Dionisio le concede un deseo: el rey ávido de riqueza, le pide la facultad de transformar todo lo que toque en Oro.  Pero incapaz de comer, beber, o de tocar a su esposa el rey suplica deshacer el don que se había convertido en una maldición para él, para ello debió seguir las indicaciones del dios, y meter su cabeza en el rio Pactolo, y de esta manera regresó a la normalidad.  Probablemente esta leyenda explicaría el carácter aurífero del rio al cual la región de Frigia debe una parte de sus riquezas.
Moisés, gran personaje de la historia religiosa, durante su ascensión al Monte Sinaí, en búsqueda de los 10 mandamientos,   se encontró con un pueblo hebreo liberado del yugo del Faraón, le pidieron a Aarón fabricarles un ídolo de Oro: el ternero o becerro de Oro, al cual adoraron.  Al bajar del monte, Moisés, fue preso de una terrible cólera por dicha idolatría (prohibida por el tercer mandamiento), y rompió las tablas de la Ley sobre una roca.
Si nos trasladamos a la era prehispánica, nos encontramos con  El Dorado y la Ciudad del Oro.  El Dorado es un poblado mítico de América del Sur, más exactamente en lo que se conoce hoy como Bogotá,  este mito fue difundido por los conquistadores españoles.  Este poblado maravilloso, supuestamente recubierto de oro, inicio carreras por la conquista durante cuatro siglos.  Los españoles jamás encontraron este sitio, pero en cambio pillaron el Oro de los Incas.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

HISTORIAS REALES ENCANTADAS

DESCUBRIMIENTO DE LA LAGUNA ENCANTADA
 
 


Bien acá les voy a relatar de como he llegado a esta laguna: Llego un ex tío mío de Chimbote, es alguien que gusta de la pesca, la caza y las aventuras se llama Leandro Correa Zegarra, nos encontramos en el mercado de Tocache y decidimos ir a Tarra fiar (pescar con tarrafa) bueno decidimos probar algo nuevo e ir de pesca a una pequeña quebrada, estuvimos tarrafeando en un pastal donde había ganado vacuno, de pronto apareció el guardián de la quebrada y nos dijo que esta prohibida la pesca en este riachuelo. y si no se van nos dijo que traería a la ronda campesina. no tuvimos otra opción que seguir rio abajo. Llegando de esta manera a la desembocadura de la quebrada . pero que sorpresa WAAAAUUUUUUU llegamos a esta preciosa laguna que en realidad es un brazo por donde antes pasaba el Huallaga. Vimos que era un lugar especial para la pesca nocturna y decidimos regresar a Tocache y volver a horas de la tarde para amanecer pescando y asi fue. pescamos muchas pañas y pirañas rojas, en la noche pudimos oir infinidades de ruidos nocturnos, típicos de lugares alejados.
al amanecer el día decidimos levantar el campamento limpiar los pescados que habíamos pescado y ordenar todos los materiales de pesca para partir a Tocache ciudad, de pronto vi una huella de seis dedos del tamaño de una palma de la mano y quede maravillado. con el pensamiento de regresar para tomarle foto a esa huella que para mi era totalmente extraordinario. cuando llegue a Tocache justo después de la reunión del frente de defensa comente a algunos amigos lo sucedido y decidieron acompañarme esa misma tarde.








la verdad es que llegamos al lago no encontré la huella parecía como si alguien las hubiera borrado es por eso que le puse por nombre la laguna encantada que esta a solo 10 minutos de Tocache, se llega un puente y se camina rio abajo un promedio de 7 minutos y llagamos puedes ver las fotos a continuación Elger Flores Marchena. como siempre el primero en promocionar a nivel mundial esta laguna.
Una aclaración. La verdad. es que yo fui mas, por la huella de síes dedos ya que siempre he sido estudioso de fenómenos criptozoologicos. al final termine deduciendo que era la misma laguna que quería ser descubierta.
¿Te atreves a pasar una noche de pesca a orillas de esta laguna encantada?
Cabe resaltar, que en esta laguna se desarrolla todo un sistema ecológico digno de investigación para su preservación y desarrollo turístico