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lunes, 4 de noviembre de 2013

HISTORIA REAL DE COMO ENTERRARON LOS TESOROS

Esta historia no está escrita  en ningún libro, esta versión que estoy escribiendo por primera vez corresponde a la deducción de  mis estudios de investigación basada en la recopilación de muchos relatos orales. Estoy muy seguro que provocará polémicas y muchos cuestionamientos, pero las futuras investigaciones y hallazgos me darán la razón, provocando nuevas corrientes de pensamientos aunque en los más escépticos.

En 1822, un año  después de la independencia del Perú,  el general  José de San Martín  solicitó  un préstamo de 1.200.000 libras esterlinas. Cada libra  era de oro puro y pesaba  8 gramos. Que pasaría a administrar la junta de accionista bajo la presidencia de José de san Martin. Durante todos esos años círculo la libra esterlina. En 1879 y 1883 se da la Guerra del Pacifico   Perú – Chile. Chile,  a medida que avanzaba, realizaba saqueos en todo el territorio peruano. Faltando unos 3 días para que el ejército chileno llegue Lima y al ver que las libras esterlinas del gobierno peligraban, los gobernantes del Perú tomaron  sus precauciones. Acá empieza la historia…
En aquel tiempo, el presidente de la junta que administraba el tesoro y dinero del país, era un español. Al ver que los chilenos ya estaban cerca, los objetos de oro, las libras  esterlinas y otros tesoros del país  fueron encomendados a esta persona, asignándole  un séquito compuesto por  300 soldados y 600 mulas para transportar y  ocultar todo  hasta que pase la guerra. Cumpliendo las ordenes emanadas de la superioridad  los tesoros  fueron enterrados en lugares lejanos. El español  iba anotando y  describiendo en clave  los lugares donde quedaban escondidos los tesoros y dejaba  señales en las piedras y en las  faldas de los cerros, a fin de garantizar su seguridad. Durante el camino iba dejando y  enterrando los tesoros separando dos hombres y cuatro mulas en diferentes lugares. Describía el nombre de los pueblos, de los ríos y lagunas. Daba cicuta  a los soldados y los enterraba junto a los tesoros para evitar poner en riesgo los tesoros del estado. Las descripciones parecen corresponder a  la ruta que en la actualidad abarca  los departamentos de Junín, Pasco, Huancayo y Huánuco.
Cada mula transportaba cincuenta kilos en una alforja, veinticinco kilos por lado entre oro, plata,  libras esterlinas, diamantes y piedras preciosas. Que, como ya  lo dijimos más arriba, fueron enterrados en los encañadas de los ríos, debajo de enormes piedras, en muchos lugares inimaginables, pero eso sí, siempre señaladas con claves. Los he visto pero no  logro aun descifrarlos.
El español, al finalizar su misión retorno  a Lima después de casi dos meses. Al darse cuenta que era el único poseedor del cuaderno, decidió marcharse, zarpó en el año 1883 del puerto del Callao rumbo a España sin dejar  rastros. Mientras el país estaba ocupado en la guerra nadie lo buscó, pues el que había dado la orden murió en la guerra con Chile. Recuerden que esto es real.
¿Demonios y como sabes esta historia? Se estará preguntando el lector. En 1963 aparece otro español, era el bisnieto del  español fugitivo responsable de los entierros de los tesoros. El bisnieto contrata un guía y se dirige a la sierra central  en ferrocarril. Contrata veintidós hombres  y al llegar  a Huancayo basándose en las descripciones  del cuaderno del bisabuelo logra desenterrar el primer entierro . La descripción decía  así: “Debajo de la mama pancha con donde nace su  hijo menor se van a tomar agua de mucha sed y un numero  2”.
La clave indicaba un cerro que asemejaba  una figura de mujer y una figura de un bebe, en cuya cabecera nacía el riachuelo.  En aquel lugar hallaron dos cargamentos  de esterlinas y objetos en oro. El bisnieto  llego a desenterrar en otros tres lugares más,  pago a sus hombres y retornó  a España con el cuaderno. Recién   empiezan a circular los primeros  rumores. Diez años después, en 1973 regresa nuevamente con el cuaderno y contrata un nuevo guía  que lo lleve a Huánuco, a la provincia de Ambo, allí contrata un grupo de obreros y  se dirigen a Maray Pata  hasta el lugar llamado  Yurac Caballo.
En Maray Pata tratan de ubicar la descripción y descifrar la señal, al no  lograrlo, pernoctan en  el lugar, al amanecer del día siguiente ubican un lugar, pero al amanecer del tercer día  el español al despertar se da con la ingrata sorpresa de no poseer más el cuaderno, vociferando y rogando buscó el libro por quince días, llego a ofrecer la mitad del tesoro a quien lo encontrara. Pero al ver que sus esfuerzos eran vanos, no tuvo más remedio que retornar a su país.
Desde ese entonces la  gente va y viene en búsqueda de tesoros. Repito he estado allí y  he visto las claves. También he participado en los rituales de sacar oro tapado. Una cosa les digo: “Nunca se metan con cosas que no  conocen. La metafísica da explicaciones  para los que quieran profundizar”.   
Saben ¿Por qué no habrán en ningún lado, las muestras de estas libras  esterlinas?, 

Pues han sido ocultadas y enterradas. 

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