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martes, 22 de julio de 2014

China revela el secreto del oro

El gobierno de China reconoció que ha estado acumulando oro en secreto. Sigilosamente, casi ha duplicado su anterior reserva, hasta un total de mil toneladas.
El anuncio plantea interrogantes sobre la actitud del gobierno comunista hacia el dólar estadounidense.
China es el país con mayores reservas en moneda extranjera: un total de US$2 billones. De estos, dos tercios están en dólares.
Pero el gigante asiático ha dado señales de estar apartándose de esta divisa.
Hace tres años Pekín eliminó el anclaje de su moneda -el yuan- al billete verde. Este 2009, justo antes de la cumbre del G20 en Londres, China sugirió que habría llegado la hora de reducir la dependencia en el dólar como divisa internacional.

La vieja teoría

La medida de Pekín ha reforzado el valor del oro, que subió US$5,50 hasta alcanzar los US$913 la onza en Londres, y reforzado la posición de aquellos que defienden al metal precioso como la inversión más segura en tiempos turbulentos.
De todas formas, expertos del mercado afirman que la cantidad de oro que hoy por hoy está en manos chinas equivale a menos de un cuarto de las reservas estadounidenses.
Y además China sigue comprando dólares.

Backwardation: el grave secreto del oro

Foto: Reuters
Foto: Reuters
Ése es, sin duda, el secreto mejor guardado del rey de los metales.

El sentimiento hacia el oro está en niveles tan negativos, que es justo ahora cuando más debemos llamar la atención sobre él. La advertencia es: ignore al oro, bajo su propio riesgo.
No podría ser de otra manera, pues las señales que éste manda, se esconden a los ojos de la mayoría, tan acostumbrada a mirar solo al precio que cae, y no a algo mucho más importante que él y que nos expresa no solo su valor, sino las verdaderas condiciones del sistema monetario: la Base y la Cobase del oro.
Ése es, sin duda, el secreto mejor guardado del rey de los metales y que aquí comentaremos.
Este importante descubrimiento, realizado por el fundador la Nueva Escuela Austríaca de Economía, el profesor Antal Fekete, no ha alcanzado la difusión y mucho menos la aceptación por parte del “mainstream”, tan “ensimismado” en su fallidas teorías monetaristas y keynesianas que nos hunden cada día en esta nueva Gran Depresión global.
Las enseñanzas de Fekete retoman la filosofía y método original de Carl Menger, piedra angular de la antigua Escuela Austríaca.
De este modo, se parte de que el rol del oro como dinero real, el que la libre y espontánea acción de las personas en su interactuar en el mercado eligió como tal, sin la contaminante mano del Estado, es indisputable.
Ello incluso a pesar de que, una vez que las leyes estatales intervinieron, lo separaran arbitrariamente de ese papel en la vida cotidiana, para dar paso al uso casi exclusivo, del “dinero” fíat que los gobiernos, a diferencia del oro, sí pueden manipular a su antojo y conveniencia.
Sin embargo, la esencia del oro como dinero permanece intacta.
Y es que pese a todo, nadie podrá jamás quitarle la condición de ser la mercancía, o la “materia prima”–dinero, que posee el más elevado ratio stock-to-flow (existencias sobre flujo)de todas.
Esto se debe a que no se consume, como lo hacen las demás “commodities”, pues casi todo el oro extraído, debido a su valor, permanece en alguna forma u otra (como joyas, lingotes, monedas, etc.) sobre la faz de la Tierra.
Así, cada año la producción minera agrega solo una mínima parte a los inventarios áureos, que se estiman en 175 mil toneladas.
El genio de Menger descubrió, analizó y describió ese proceso de discriminación entre todas las mercancías dinerarias que se utilizaron alguna vez, hasta culminar en las dos más “vendibles” (oro y plata), aquellas que poseían el menor diferencial (spread) entre el precio de compra y de venta, gracias al apetito humano por aceptarlas de manera prácticamente ilimitada.
La vieja frase de que una “monedita” de oro cae bien a todos, resultó cierta. Y todo, por la razón de que esa aceptación o capacidad de ser vendida con el menor “castigo” (spread) de entre todas las mercancías, gracias a su valor, convirtió al oro en el medio de intercambio por antonomasia: el mejor dinero de todos.
De ahí que quienes se sorprenden de que algo tan “inútil” como el oro sea tan valioso, a pesar de no aportar flujo de efectivo y de solo ser extraído de la tierra para almacenarlo en bóvedas, dejen ver su ignorancia de que su función principal en el mundo, es la de ser dinero, un pago en sí mismo, y por tanto, fungir el último extintor de deudas.
Quien lo entrega, y quien lo recibe, dan sus cuentas por saldadas.
Vaya contraste con respecto al dinero “fíat”, que es justo lo contrario: una deuda en sí misma, una mera promesa de pago que requiere ser canjeada por bienes tangibles y/o servicios para ser liquidada.
Lo malo es que a diferencia del dinero metálico de oro y plata, el dinero papel puede ser creado sin límites, lo que ofrece una ventaja a quienes lo reciben primero, pero sacrifica a los que se encuentran en la base de esa pirámide.
Esta última condición es la que dirige al mundo hacia un colapso económico como nunca se ha visto, pues esa anomalía, la de usar y aceptar como dinero lo que no lo es, tiene consecuencias gravísimas: expande al infinito lo que por definición no se puede, el consumo y el crédito.
La corrupción de ese sistema, se detecta a propósito en lo comentado en un inicio: la Base y la Cobase del oro.
El cálculo de ambos, parte justo de la relación o “spread” (diferencial) existente entre el precio spot (al contado) del oro, y el futuros.
Y es que el análisis económico de Menger se basa justo en términos del “spread”, y no en el concepto de “precio” único o de equilibrio de un bien.
La Base tiene su origen en el mercado de materias primas agrícolas. Una Base alta y creciente indica abundancia de existencias, y una Base baja y descendente, lo contrario.
El Prof. Fekete fue el primero en señalar la importancia de observar la Base del oro como signo de las aflicciones del sistema financiero global, pues otros indicadores como las tasas de interés interbancarias y los rendimientos de bonos soberanos, pueden ser, como lo son, manipulados para enviar señales tergiversadas, a favor por supuesto, de las principales divisas como el dólar, el euro, etc.
En términos simplificados, la Base es la diferencia que hay entre el precio del contrato de Futuro más cercano y el del metal al Contado (spot). La Cobase es la que se obtiene de deducir del precio “spot”, el del futuro correspondiente.
Si la base es positiva, que es lo normal, la condición de mercado es de “contango”, y lo opuesto, donde estamos ahora en el mercado del oro, “backwardation”.
En el gráfico para el contrato de oro de agosto (cortesía de Sandeep Jaitly de Feketereaserch.com), se observa cómo al acercarse el vencimiento, la condición de la Base (línea azul) se precipita a la baja, incluso, en terreno negativo.
La Cobase (línea negativa), a la inversa, se dispara.
Este síntoma evidente de “escasez” de oro, es una anormalidad. El oro, como ya se vio, no puede ser escaso en el mercado pues sus inventarios se acumulan, siempre hay suficiente.
Si escasea, se debe a que las “manos fuertes” que lo continúan atesorando, cada vez están menos dispuestas a enajenarlo: la backwardation tiende así a la permanencia, y por tanto, se vuelve inevitable un eventual colapso del mercado de futuros, cuando la entrega se haga imposible.
No es posible conocer con certeza cuándo ocurrirá, pero sí hay elementos suficientes para anticipar el suceso.
Por eso cada vez la gente prefiere pagar al contado hoy más caro, para tener su metal a la mano, que esperar a una promesa de entrega más barata en el mañana.
Esa backwardation se hace notar también en los amplios y crecientes “premios” (sobre precio) que el público está teniendo que pagar en el mercado físico. En India, por ejemplo, reportes indican que los premios se han duplicado, y la historia se repite en China, Dubai, y en casi todas las latitudes.
La novedad quizás es Japón, donde por primera vez desde 2004, Tanaka Kikinzoku Kogyo K.K, la mayor minorista de oro en el país, proyecta que venderá más oro del que compre, pues el interés de los japoneses ha crecido con la caída de precios.
En suma, el sistema monetario se dirige al abismo, en silencio, mientras el “mainstream” y los detractores del oro, lo denuestan y se mofan del desplome de sus cotizaciones, sin percatarse de la gravedad de su mensaje esotérico.
Lo más relevante es que, a diferencia de desplomes anteriores como el de abril, el oro no nada más no ha salido de la condición de backwardation, sino que ésta se ha pronunciado

El misterio del oro; desde siempre y hasta hoy

Mientras el Sol aceita su maquinaria interna, y mientras enviamos nuestro rezo por los hermanos de Brasil que están atravesando la tragedia en Santa María, vamos a analizar un tema primero desde la óptica de un investigador ruso, y luego desde la óptica personal, que dejo abierto a vuestras propias teorías.
Interesante enfoque del escritor e investigador ruso Degtyarev Vladimir, autor de los libros *proto-lenguaje* 1 y 2, de éste último un reportaje deDmitry Sokolov, en el cual Vladimir, coincide con gran parte del trabajo de Sitchin y va por más;

-Vladimir, ¿la humanidad es el producto de un experimento de genes extraterrestres?

*La visión actual de la humanidad no es un producto de la evolución. Así, décadas de darwinismo se enseñan en las escuelas y universidades de todo el mundo, y podrían ser considerados como pseudociencia. Yo creo que el Homo sapiens fué creado por seres extraterrestres *a su imágen y semejanza* hace unos 400 000 años. Y aquí hay que destacar que los extraterrestres, los antiguos llamados *dioses* aparecieron en la Tierra mucho antes de la aparición de los tradicionales textos religiosos.
- ¿Quiénes son nuestros creadores?

*Pueden ser dioses civilizadores. Esta especie es muy similar a nosotros, sólo que más avanzados en términos de tecnología. Aparecieron en el planeta Ki =del sumerio;Tierra= hace millones de años. Mi obra se basa precisamente en la cosmogonía sumeria, egipcia, así como del Yucatán y de fuentes indias. Según mi investigación, es una entidad extraterrestre. Muchas colecciones de piedras peruanas de Ica, recogidas por el Dr. Cabrera, muestran a personas que aparecen en la compañía de dinosaurios y otros animales prehistóricos. Hay dos versiones: o bien los humanos modernos vivieron hace 65 millones de años=fecha de extinción de los dinosaurios=, o los reptiles gigantes se quedaron en la Tierra para el paleolítico tardío, es decir, que éstas piedras datan de este periodo en América del Sur.

-¿También los dinosaurios fueron creados por los dioses civilizadores?

*¡Por supuesto! Es decir, los dinosaurios y ballenas, baobabs y las manzanas, patatas y uvas, vacas, caballos, ovejas y otros animales y la naturaleza misma son en su mayoría vegetales genéticamente modificados. Por eso digo: la gente es el fruto genético de la ciencia genética extraterrestre. Primero se creó la Tierra desde un planeta llamado Tiamat, que giraba en órbita entre Marte y Júpiter y luego el trabajo continuó aquí.

-¿Con qué propósito se llevó a cabo un experimento para crear un ser humano?

*Para ellos, esto no fué un experimento, supongo, sino una necesidad urgente. Hoy sólo podemos hablar del último período de existencia en la Tierra, que se describe en los textos antiguos, que es de unos 400.000 años.. Es el Anunnaki famoso, llamado en los textos sumerios como Enki Enlil y Ninlil, así los recién llegados tuvieron que crear los *dioses menores*, conocidos en la literatura arcaica con la palabra disonante *IGIGI*.
Los trabajadores de la nueva creación debían trabajar en la extracción de metales, como el oro, la producción de alimentos, y todo lo necesario para los trabajadores de turno que venían del planeta Nibiru, el hogar de los Anunnaki. El trabajo era duro a pesar de la divina maquinaria tecnológica y obviamente se rebelaron. Entonces se decidió reemplazar a aquellos trabajadores *Junior*ejemplares biológicos, por la *gente*.
-Pero el oro… ¿Por qué los extraterrestres tomaron un metal tan noble?

*Energía! Debido a ser dueños de sus fuentes de hoy en día, el oro sigue provocando numerosos conflictos. Hay una versión, de que el oro extraído en el mundo por aquellos *dioses* era imprescindible para su planeta de origen, ellos lo transformaban en un capullo formado por placas pequeñas, con el fin de preservar el calor planetario ya que Nibiru estaba muy lejos del Sol en un período de revolución alrededor de 3600 años terrestres. Me inclino a interpretar ésto como la necesaria civilización de la Tierra para extraer el metal amarillo, de la misma manera como nosotros usamos el petróleo, gas, carbón y uranio, como fuente de energía.

-¿Cómo se explica técnicamente la energía en el oro? Cómo recibir energía desde el metal?
*Hoy en día, en los productos electrónicos, televisores, computadoras, el oro se utiliza, aunque en pequeñas dosis. En las últimas producciones de Rusia para la industria de las radio comunicaciones se utilizaron hasta veinte toneladas de oro. El oro proporciona una velocidad constante de corriente baja, y por lo tanto la estabilidad de la transmisión de la información. En Tehuacán-México se ha descubierto recientemente una pirámide en cuya base fueron puestos condensadores de potencia entre dos gruesas capas de Mica extremadamente pura. 
Los arqueólogos que descubrieron los restos los examinaron. El resultado sorprendió: en las muestras estudiadas se encontraron micropartículas de aleación de oro de calidad muy alta. Como sello entre las capas de mica en el condensador vasto y poderoso, estaba el metal amarillo. 

-¿Y cuál es la función de este condensador?
*Al parecer, una fuente de alimentación para muchos aparatos extraterrestres eléctricos. Los gigantes bloques de pórfido y granito utilizados en la albañilería ciclópea de los edificios, era necesario ser cortado con algo especial. Por ello todo esto tiene una enorme energía. Y esto es sólo una pequeña parte de la vida de éstos dioses. Además, la pirámide podría ser parte de un gran transmisor y recepción de un sistema de comunicación utilizado entre la colonia de la Tierra y la metrópoli en Nibiru. Una especie de antena parabólica, para decirlo llanamente. La pirámide era un objeto técnico bastante versátil.

-¿Cuáles son los textos que indican su inclinación hacia la teoría del oro?
*Hoy en día sobreviven cuatro Códigos Mayas =uno en especial= que contiene información sobre el tema del oro. También hay una descripción del oro en tablillas de arcilla mesopotámicas. Sobrevivió un montón de información escrita y física, pero se refiere sobre todo de nuestro tiempo, la quinta civilización, una edad de unos 12-14 mil años =después del diluvio=.
Una amplia gama de artefactos ocultos han salido a la vista, en la costa del Océano Ártico, en los montes Urales, en Siberia, en general, pero este es un tema que describe el primer caso, el de un mundo antediluviano. Allí se puede encontrar evidencia gráfica de mi conclusión de que los dioses estaban enfocados en la provisión del oro como fuente de energía.

-¿Por qué la extracción de oro para los dioses se ha interrumpido?, o ¿continúa todavía?
*Esta pregunta es de interés para muchos investigadores. De acuerdo con las fuentes escritas, la minería de oro se abandonó desde miles de años atrás. Sólo entonces se convertirá en un metal de los reyes, y a partir de allí, también de los plebeyos. Antes de eso, el oro fué prohibida en su extracción y participó sólo en el santuario de homenaje a los dioses. Esto se ve claramente en las antiguas tumbas de personas importantes en las cuales, necesariamente, de una forma u otra, hay oro. Por qué se detuvo la producción es una cuestión aún más complicada de descubrir. Puede haber sido que durante miles de años haya sido suficiente, o bien las batallas entre los distintos grupos de dioses lograron que el ser humano entrara en guerras y ya no puediera ser utilizado como esclavo.
***Sumamente interesante me resulta ésta visión rusa del trabajo de Sitchin y recuerdo que éste tema fué abordado por el amigo Oscar en el Foro Nuevos Tiempos. En mi personal óptica sobre éste tema ustedes conocen ya mi adhesión al trabajo de Sitchin así que no vale la pena redundar, pero sí quisiera agregar mi opinión sobre el tema del oro. Ciertamente, el acopio pudo haber sido los suficiente como para no necesitar seguir extrayéndolo, o bien con el correr de los milenios hallaron otro elemento para suplantarlo, o simplemente Nibiru se volvió irrecuperable para la vida y sus habitantes transmigraron a otros mundos, y como hipótesis final, Nibiru se extinguió por un cataclismo o por guerras internas o interplanetarias. Por el momento es imposible tener certeza sobre esa cuestión. Y del oro en la Tierra, efectivamente pareciera que ese metal quedó especialmente circunscripto a los ceremoniales y rituales de antiguos dioses de nuestra historia y también en las religiones que hoy dominan al mundo. Es como si fuera una especie de *homenaje* a los dioses del oro. Pero si bien podríamos suponer que tanto oro extraído durante milenios por aquellos extraterrestres se hubiera terminado, es incorrecto. Existen grandes minas en la actualidad, se siguen descubriendo otras y se estima que el oro tiene una abundancia media de 0.004 ppm en la corteza terrestre y tambien queda en el manto del suelo, en arenas eluviales. Por citar solo un ejemplo, *Las Cristinas* en Venezuela, situado en el estado de Bolívar, es uno de los mayores yacimientos de oro que quedan en el mundo sin explotar. Es decir que el oro está muy lejos de haber sido extinguido por más que han pasado miles y miles de años de extracción. 
La gran pregunta es..¿para qué se sigue extrayendo oro?
Más allá de lo ritual.
Algunas aplicaciones;

*Funciones críticas en comunicaciones, naves espaciales, motores de aviones de reacción y otros muchos productos.
*Se emplea como recubrimiento protector en muchos satélites debido a que es un buen reflector de la luz infrarroja.
*Su alta conductividad eléctrica y resistencia a la oxidación ha permitido un amplio uso como capas delgadas electrodepositadas sobre la superficie de conexiones eléctricas para asegurar una conexión buena, de baja resistencia.
*El oro coloidal =nanopartículas= es una solución intensamente coloreada que se está estudiando en muchos laboratorios con fines médicos y biológicos. También es la forma empleada como pintura dorada en cerámicas.
*El ácido cloroaúrico se emplea en fotografía.
*El isótopo de oro 198Au, con un periodo de semidesintegración de 2,7 días, se emplea en algunos tratamientos de cáncer y otras enfermedades.
*Se emplea como recubrimiento de materiales biológicos permitiendo ser visto a través del microscopio electrónico de barrido (SEM).
*Se ha iniciado su uso en cremas faciales o para la piel.

Como debemos dudar necesariamente de todo, podríamos pensar que es valioso para su utilización en el ámbito espacial, algo que desvela a nuestra raza, sin embargo, también podríamos pensar en otras razones.
Descarto su extracción exclusivamente para el ritualismo y las aplicaciones anteriormente citadas, y estoy muy convencido de lo siguiente;

El oro como valor primordial de reaseguro.
Todo puede caer en éste mundo de valores, en papel, en moneda, en comercio electrónico, pero si algo no cae jamás es el oro. Es en las bóvedas de los grandes bancos de nuestro planeta donde descansan toneladas de éste metal, bajo las normas de seguridad más celosas y estrictas del mundo. Es decir, que podría acabarse todo lo creado por el hombre, pero el oro está allí…bien guardado y sin ningún tipo de utilización, en lingotes que no cumplen ninguna función más que….
¿Un futuro asegurado?. 
Ésto desencadena en la hipótesis de que la conexión entre aquellos extractores extraterrestres de nuestro oro y nuestra civilización, nunca se cortó. Esas toneladas mezquinamente inútiles que descansan en las inexpugnables bóvedas de los bancos, podrían ser el pasaporte para nuestra élite si las cosas en el planeta un día llegan a ser inevitables para la vida y la continuidad de la misma. 

¿Moneda de cambio para comprar un pasaporte a otro lugar?, podría ser, como también podría ser que nuestro planeta estando tan cerca del Sol sin la misma necesidad que tenía Nibiru, a pesar de ello podría padecer de severos cambios en nuestra estrella y necesitar del oro para *curar* a la Tierra, tal como hacían aquellos habitantes del planeta del cruce.
Sin dudas que el tema del oro y su exagerada extracción no se condice con la utilización y su consumo, por el contrario, el oro es acumulado en su mayor parte, y muy poco es lo que se destina a la manufactura.
Las religiones no lo han abandonado, a manera de mantener viva su adoración a su dios o dioses, y quienes detentan el poder concentrado de nuestra raza, lo guardan celosamente, detrás del misterio, del misticismo, y de las sociedades secretas. Algo encierra el oro que nada tiene que ver con lo poco que sabemos de él, y cuando algo se mantiene en secreto, ya sabemos que allí hay algo que no se desea revelar a la gran mayoría de los que formamos parte de la humanidad. El oro, un misterio que sólo conocen unos pocos.

sábado, 28 de junio de 2014

Fiebre del Oro Amenaza la Amazonia

El precio record que ha alcanzado el mineral tiene una insólita víctima: la biodiversidad de las selvas tropicales de la Amazonía peruana.


Tras la crisis del año 2008, muchos inversores se vieron obligados a poner su dinero en un eterno bastión de seguridad económica: el oro. Esto significó que miles de mineros ilegales han invadido la región deMadre de Dios, en la parte suroriente de Perú. Recibe este nombre del río Madre de Dios, de cuya cuenca son afluentes la mayor parte de los ríos de la zona.
La minería ilegal ha causado una catástrofe en las selvas tropicales vírgenes y los sistemas fluviales, incluyendo algunas de las reservas naturales más importantes de Perú. Los mineros ilegales utilizantécnicas primitivas de la minería para lograr extraer enormes cantidades de oro de los suelos arenosos, que destellan llenos de partículas del metal precioso. Mientras extraen el mineral, el veneno de la tabla de agua con mercurio y la tosca extracción provocan agujeros tóxicos en la selva virgen.
Según Jorge Herrera, director del programa del sur del Amazonas para el World Wildlife Fund, “se trata de una zona de desastre” donde “el coste ambiental es muy alto. Eso se debe en parte a las técnicas utilizadas, pero también a la biodiversidad irremplazable que alberga esta región”.
Se calcula que el número de mineros en Madre de Dios oscilan entre los 40.000 y 50.000 y, de acuerdo a la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), tan sólo el 3% de ellos son legales, trabajando en concesiones oficiales con permisos ambientales y equipo autorizado.
Estos mineros ilegales producen casi una quinta parte del total anual del oro de Perú, que alcanza las 175 toneladas métricas. También son los responsables de la destrucción de más de 70 kilómetros cuadrados de selva tropical y, según grupos ambientalistas, provocan un vertido de unas  35 toneladas métricas anuales de mercurio en las corrientes de los ríos y la selva.
Si eso no fuera suficiente,  la minería ilegal ha provocado asentamientos en áreas peligrosas en las profundidades del Amazonas, donde no hay leyes vigentes, proliferan las armas, el alcohol barato y burdeles llenos de prostitutas adolescentes.
“Este asunto es ahora demasiado grande para el gobierno regional”, señala Herrera. “O el Gobierno nacional aborda este problema, o supondrá efectivamente la entrega de Madre de Dios a las bandas criminales, con todo lo que esto implica, no sólo para el medio ambiente, sino para la seguridad pública y el imperio de la ley”.
El Gobierno de Perú tomó enérgicas medidas al respecto el año pasado, que incluyeron varias operaciones conjuntas de la Policía, el Ejercito, la Marina y la Fuerza Aérea, que incautaron y destruyeron equipos de mineros ilegales, incluidas las herramientas de dragado, que violan y alteran los cauces de la selva.
La administración de Ollanta Humala cobra una pequeña suma de dinero por las concesiones mineras –entre 0,5 y 1 dólar por hectárea al año– en contraste con la ganancia de mil dólares que se puede conseguir con la extracción de una onza de oro.
Para una región golpeada por la pobreza y de pocas oportunidades económicas, la mayoría de las familias poseen un integrante del grupo que es minero.
“La minería es una actividad natural en Madre de Dios. El Gobierno tiene que respetarla”, dice Mario Cabrera Villavicencio, vicepresidente de la federación de la principal zona minera. “En Lima, no entienden la realidad de la vida en el Amazonas”.
Pero no todos en Puerto Maldonado, capital del departamento de Madre de Dios, piensan de la misma forma. El ecoturismo crece de forma rápida, con alojamientos en la selva que cada año reciben más visitantes. Los pescadores y comunidades indígenas locales también se oponen de manera enfática a la destrucción del medio ambiente.
En octubre pasado, cientos de manifestantes ocuparon la plaza principal de Puerto Maldonado con letreros y pancartas que decían: “¿Dónde están los fiscales del medio ambiente?” y “¿cuántas onzas [de oro] vale una vida?".
Villevicencio, desde su oficina en Puerto Maldonado, indica que la mayoría de sus miembros son “informales”, no ilegales. “Tienen concesiones, pero el Gobierno regional no ha respondido a sus solicitudes de permisos ambientales”,  dice.
Como sea el caso, para Alan Díaz Carrión, abogado de la SPDA, los mineros están operando en contra de la ley. “Puede que seas el propietario de un coche, pero si no tienes permiso de conducir y conduces, entonces estás infringiendo la ley”, dice Díaz Carrión.
A principios de febrero de 2012, un cambio de gabinete en el Gobierno de Humala dejo como ministro del Medio Ambiente a Manuel Pulgar Vidal, ex jefe de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, quien ha prometido una nueva ley que otorgará al Estado más poder para detener la minería ilegal.
Cuando todos los mercados están a la espera del debacle financiero, las selvas de Madre de Dios podrían ser nuevamente una víctima más.
Pero los problemas en Madre de Dios no son los únicos que aquejan a Perú. Conocido por todos es el caso de la minera Yanacocha y el Proyecto Conga, en el cual la empresa Newmont Mining Corporation (dueña del 51.35 % de la minera) planea explotar mineral aurífero en Cajamarca, a unos 800 kilómetros de la ciudad de Lima.
Para los pobladores de Cajamarca, que realizaron una gran marcha por el agua que llegó a Lima la semana pasada, el proyecto minero es una amenaza tangible a las cuencas hídricas de la provincia.
A finales de febrero, una comisión integrada por peritos extranjeros evaluará en terreno el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto minero. Conga, que fue aprobada en octubre de 2010,  ha sido duramente criticada por los daños que podría causar en las reservas de agua de la zona. Debido a las protestas locales, el Gobierno acordó realizar un peritaje en diciembre pasado.
Es importante destacar que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) reconoce en los artículos 11 y 12, el derecho al agua.
Adoptado el 16 de diciembre de 1966, el PIDESC es el principal y único tratado internacional que cubre la totalidad de derechos económicos, sociales y culturales. Constituye junto con la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Carta Internacional de Derechos Humanos, fuente de todos los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
El PIDESC define y estipula principalmente, como parte integrante e indisociable de los derechos humanos, el derecho a un nivel de vida adecuado (alimentación, vivienda, vestido, etc.), el derecho a la educación, el derecho al trabajo en condiciones justas y favorables, los derechos sindicales y de huelga, el derecho a la salud, un derecho a la seguridad y [a los] seguros sociales y también el derecho a participar en la vida cultural y de beneficiarse del progreso científico.

jueves, 26 de junio de 2014

LA MINA DE LA MUERTE EN PERU

LA MINA DE LA MUERTE EN PERÚ

En las cercanías de la localidad de Santa Bárbara, a pocos kilómetros de Huancavelica, existe una mina llamada “Mina de la Muerte”, porque en ella murieron trabajando, miles de miles de pobladores de diferentes localidades de Huancavelica y de otros lugares lejanos. Cuenta la historia que los españoles llegaron a esta localidad de Huancavelica, al descubrir un enorme yacimiento de Azoque, el cual era muy valioso, porque gracias a este mineral, se podían separar los minerales extraídos en otras minas del pais, en la que están el Oro y la Plata.
Al llegar la República, esta mina siguió funcionando, pero con poca menor actividad, hasta que se llego a cerrar por completo. Por esas fechas se cuenta que existía en el interior de la “mina de la muerte”, un hombrecito que lo llamaban MUQUI, y alguno de los pobladores de la zona lo vieron sosteniendo en la mano, una pequeña lámpara de carburo, abrigado con un poncho hecho de lana de vicuña., tenía en la cabeza dos pequeños cuernos relucientes y hablaba con voz suave. Este personaje era el más celoso guardián de la mina. Cuando los lugareños entraban a trabajar, tenían que dejarle Coca, Cigarro Inca y su botella de traguito, porque sino, él no dejaba trabajar y ocurrían derrumbes.
Por esa época, también vivía un hombrecito llamado Sebastián, el cual vivía con sus cinco hijos, el mayor tenia 10 años, Sebastián trabajaba en la mina, y nunca había visto al MUQUI y como no lo había visto el decía que no creía que existía. Un día, al entrar solo a trabajar, vio por el fondo del socavón la sombra de un pequeño que corría, al percatarse, Sebastián lo siguió, corrió pensando que ese niño estaba perdido, hasta que se dio cuenta que había entrado demasiado dentro de la mina, lugar donde los trabajadores nunca habían entrado por el temor de los derrumbes. Es allí donde el Muqui se le presenta y le dice. Ahhhhh dices que yo no existo, entonces por no creer en mí, tú nunca podrás salir de esta Mina.

Sebastián, asustado y lloroso le ruega al hombrecito que lo deje salir, pero él le dice que sin su ayuda nunca podrá encontrar el camino de vuelta. El Muqui, le pregunta, ¿que es lo que tienes para que puedas darme? a lo que Sebastián le responde: nada Muqui nada, soy muy pobre y solo quiero salir porque me esperan mis hijos, y ellos deben estar con mucha hambre, a lo que el MUQUI le contesta, quien como tu que alguien te espera, en cambio yo, vivió en las profundidades de esta mina, cuidando el tesoro que nunca descubrieron el Españoles. Yo te veo sincero y bueno, ve con tu familia y llévate esta piedra como recuerdo de nuestro encuentro.


Al salir del socavón, Sebastián corrió donde se encontraban sus hijos a contarles lo sucedido, al llegar a casa sacó de su bolso la piedra que le había regalado, cual fue su sorpresa que era Oro puro. Enterados de la noticia los lugareños, entraron con todos los instrumentos para buscar la veta del Oro, la cual hasta la fecha nunca se encontró.
Desde esa fecha Sebastián y sus hijos siempre que pasan por la boca Mina del socavón, dejan Coca, Cigarro Inca y una botellita de Trago. 

jueves, 2 de enero de 2014

Oro del antiguo Perú

Oro del antiguo Perú
  

Pizarro, Almagro y todos sus seguidores salieron de Panamá rumbo al Perú con una idea fija: el oro. Llegaron y conquistaron, mataron y quemaron, y encontraron oro, mucho oro, quizá más del que esperaban encontrar. Pero el oro, aquí, no era igual que en otras partes; de eso, se dieron rápida cuenta, y es así que en el Perú, la historia del oro es propia y diferente a las demás naciones del mundo.
oro de la cultura Chavín
Brazalete de oro (extendido para la muestra) de la cultura Chavín. Fue fabricado con la técnica del martillado en frio y posteriormente, repujado.
Y; ¿Cuáles son estas tremendas diferencias?
Pues, básicamente, 2 : Nunca se hizo un objeto de oro puro, siempre aleado con plata o cobre, o con ambos. Y segundo, sólo se usó para fines ceremoniales y de ostentación.
A la técnica que consiste en alear el oro con plata y cobre la llamaron tumbaga, y sus ventajas más saltantes son su bajo punto de fundición, mayor dureza en el acabado y una mayor cantidad de metal con apariencia de oro puro. La medida de la mezcla era, aproximadamente de 75% oro, 15 de plata y 10% de cobre.
Para los conquistadores, el oro era, quizá lo único importante, pues con él podían obtener todo lo que quisieran. PERO AQUÍ NO. Con oro no podían comprar nada, pues ese metal no fue usado como medida de intercambio. Otros materiales como el mullu (molusco de aguas calientes) o los textiles, si tenían valor comercial. Por eso, cuando saquearon templos y palacios y los despojaron de todo el preciosos metal que contenían no causaron la ruina económica de los incas, pero si su ruina cultural. Pues en ese metal estaban hechos las más importantes representaciones de dioses, señores y demás ornamentos de la liturgia.
¿Cuáles fueron los principales objetos fabricados en oro?
Podemos organizarlos en 3 grupos: Funerarios, ceremoniales y de uso personal. Y la técnica mas usada para la fabricación de estos objetos fue el trabajo de láminas por martillado, para luego ser modeladas y/o repujadas.
Los objetos para fines funerarios son los que adornan al fardo funerario como máscaras, pecheras y tocados. Entre los de uso ceremonial podemos contar los tumis (cuchillos), sonajas, copas, esculturas. Los objetos de uso personal son los más numerosos, y es que, los que pudieron, se llenaron de oro de pies a cabeza. Con oro fabricaron sandalias, brazaletes, orejeras, pecheras, coronas, collares, canilleras, gargantillas, narigueras, cetros y muchas cosas más.
El oro no fue para la herencia, el dueño y señor se llevó todo a la tumba. Por eso, la mayor cantidad (sino la totalidad) de objetos de ese metal expuestos en museos o colecciones particulares, provienen de tumbas. Y son pocas las que se han encontrado por (arqueólogos y saqueadores), de lo que podemos deducir, que a lo largo de la historia, en el Perú, mucho oro estuvo en pocas manos.
Según los últimos avances en la investigación arqueológica, el hallazgo más antiguo de oro se produjo en Waywaka, una pequeña comunidad ubicada cerca de la ciudad de Andahuaylas (sur del Perú). Su descubridor, Joel Grossman, encontró finas láminas de este metal, junto con las herramientas necesarias para su fabricación. Fechó su descubrimiento, alrededor del 1,500 a.c: (hace más de 3,500 años).
La cúspide en arte y técnica no se logro con los incas (1450 d.c.), sino mucho antes, con los moches (200 d.c.). Esta nación logró el más alto grado de desarrollo y nos ha legado la mayor cantidad de piezas de oro, como son los ornamentos del Señor, el Viejo Señor y el Sacerdote de Sipán .
oro de la cultura Moche
Cuenta de oro (tumbaga) que junto con otras similares debió formar un collar. Esta pieza es asignada a la cultura Moche.
El oro fue una prospera industria, pues ocupó desde mineros, pasando por comerciantes hasta hábiles artesanos, alimentados por una continua y creciente necesidad de los más poderosos de ostentar y cubrirse de brillo, lo más que se pueda.

martes, 10 de diciembre de 2013

las minas coloniales

LAS MINAS COLONIALES
Pasado el deslumbramiento de los botines del oro de Cajamarca y del Cuzco y de los entierros famosos, los economistas modernos tratan de enfriar aquella emoción única. Garcilaso y León Pinelo habían ya reaccionado, enunciando la tesis de que las minas del Perú y el trabajo sistematizado de ellas habían dado a España más riquezas que las de la conquista. El Inca Garcilaso asegura que todos los años se sacan, para enviarlos a España, "doce o trece millones de plata y oro y cada millón monta diez veces cien mil ducados".
En 1595, dice el mismo Inca, entraron por la barra de San Lúcar treinta y cinco millones de plata y oro del Perú. Y León Pinelo, con los libros del Consejo de Indias en la mano, dice que en el Perú se labraban, a principios del siglo XVII, cien minerales de oro y que en ellos se habían descubierto dos minas de cincuenta varas, de otros metales. Es el momento del apogeo de la plata. Las minas de Potosí dieron de 1545 a 1647, según León Pinelo, 1674 millones de pesos ensayados de ocho reales. Cada sábado daban 150 ó 200 mil pesos, dice el padre Acosta. El padre Cobo escribía hacia 1650: "Hoy se saca cuatro veces más plata que en la grande estampida de la conquista". Las minas del Perú y Nuevo Reino dieron, en el mismo lapso, 250000 000 pesos. La mina de Porco daba un millón cada año, la de Choclococha y Castrovirreyna 900 mil pesos ensayados, la de Cailloma 650 mil y la de Vilcabamba 600 mil. El oro prevaleció, en los primeros años, hasta 1532, en que se descubrieron las primeras minas de plata en Nueva España y, en 1545, las de Potosí. León Pinelo calcula que las minas de oro del Perú, Nueva Granada y Nueva España daban al Rey un millón de pesos anuales. Desde la conquista hasta 1650 el oro indiano dio 154 millones de castellanos, o sea 308 millones de pesos de ocho reales, o sea quince mil cuatrocientos quintales de oro de pura ley. Según el economista Hamilton, el tesoro dramáticamente obtenido por los conquistadores fue "una bagatela" en comparación con los productos de las minas posteriores. Hasta el cuarto decenio del siglo XVII, el tesoro de las Indias se vertió en la metrópoli con caudal abundancia. La corriente de oro y plata disminuyó considerablemente, pero no cesó por completo.


EL RESCATE DE ORO DE ATAHUALPA

EL RESCATE DE ORO DE ATAHUALPA
La mayor parte del oro fue fundido por los indios, "grandes plateros y fundidores que fundían con nueve forjas". El incentivo trágico del oro dividía ya, no sólo a indios y españoles, sino a éstos mismos, porque los soldados de Almagro, llegados después de la captura del Inca, no tenían derecho al enorme y resplandeciente botín que ingresaba todos los días a Cajamarca y que ellos ayudaban a custodiar. Hubo que apresurar el reparto, sin que la estancia aladinesca estuviera totalmente llena, porque Almagro y sus soldados y otros cuervos adiestrados y ansiosos de partir, exigían se terminase de una vez la comedia del rescate para que el oro fuera de todos. Para interrumpir la trágica espera no había solución más llana y segura, según los almagristas, que la muerte del Inca. Para impedir la contienda y la explosión de la codicia de los doscientos advenedizos de Almagro hubo, a la vez, que eliminar al Inca y cerrar la cuenta del botín de su prisión. Muerto el Inca, el oro era ya no únicamente de sus captores, sino de todos. El oro había sido el can Cerbero de su vida y a la postre fue su talón de Aquiles. Llegaron juntos la condenación del Inca y el reparto del oro del Coricancha, cuyo dueño legítimo –el Inca Huáscar– acababa de perecer por una orden de Atahualpa, en otro rincón hasta entonces incógnito del Imperio.

lunes, 9 de diciembre de 2013

LOS INCAS Y SU MITICO TESORO

EL ORO: MITO INCAICO
Los Incas no inventaron las técnicas del oro; pero el oro fulgura, desde el primer momento de su aparición, en el valle de Vilcanota en los mitos de Tamputocco y Pacarictampu, como atributo esencial de su realeza, de su procedencia solar por la identificación de sol y oro en la mítica universal y de su mandato divino. Una fábula costeña, adaptada en la dominación incaica, relataba que del cielo cayeron tres huevos, uno de oro, otro de plata y otro de cobre, y que de ellos salieron los curacas, las ñustas y la gente común. El oro es, pues, señal de preeminencia y de señorío, de alteza discernida por voluntad celeste. Los fundadores del Imperio, las cuatro parejas paradigmáticas presididas por Manco Cápac, usan todavía la honda de piedra para derribar cerros, pero traen ya, como pasaporte divino, sus arreos de oro para deslumbrar a la multitud agrícola en trance de renovación. Los cuatro hermanos Ayar portan alabardas de oro, sus mujeres llevan tupus resplandecientes y en las manos auquillas o vasos de oro para ofrecer la chicha nutricia de la grandeza del Imperio. La figura de Manco, el fundador del Cuzco y de la dinastía imperial incaica, fulge de oro mágico solar y sobrenatural. Una fábula cuzqueña refiere que la madre de Manco colocó en el pecho de éste unos petos dorados y en la frente una diadema y que con ellos le hizo aparecer en la cumbre de un cerro, donde la reverberación solar le convirtió ante la multitud en ascua refulgente y le consagró como hijo del sol. En los cantares incaicos el dios Tonapa, que pasa fugitivo y miserable por la tierra, deja en manos de Manco un palo que se transforma luego en el tupayauri o cetro de oro, insignia imperial de los Incas. Manco sale en la leyenda de Tamputocco de una ventana, la Capactocco, enmarcada de oro, y marcha llevando en la mano el tupayauri o la barreta de oro que ha de hundirse en la tierra fértil y que le ha de defender de los poderes de destrucción y del mal. Mientras sus hermanos son convertidos en piedra, él detiene el furor demoníaco de las huacas que le amenazan y fulmina con el tupayauri a los espíritus del mal que se atraviesan en su camino. En retorno, cuando Manco manda construir la casa del Sol –el Inticancha–, ordena hacer a los "plateros" una plancha de oro fino, que significa "que hay Hacedor del cielo y tierra" y la manda poner en el templo del Sol y en el jardín inmediato a éste, a la vez que hace calzar de oro las raíces de los árboles y colgar frutos de oro de sus ramas.
El oro se convierte para los Incas en símbolo religioso, señal de poderío y blasón de nobleza. El oro, escaso en la primera dinastía, obtenido penosamente de los lavaderos lejanos de Carabaya, brilla con poder sobrenatural en los arreos del Inca –en el tupayauri, los llanquis u ojotas de oro, la chipana o escudo y la parapura o pectoral áureo– y se reserva para las vasijas del templo y la lámina de oro que sirve de imagen del sol colocada hacia el Oriente, que debe recibir diariamente los primeros rayos del astro divino y protector. La mayor distinción y favor de la realeza incaica a los curacas aliados y sometidos, será iniciarles en el rito del oro, calzándoles las ojotas de oro y dándoles el título de apu. Y los sacerdotes oraban en los templos para que las semillas germinasen en la tierra, para que los cerros sagrados echasen oro en las canteras y los Incas triunfasen de sus enemigos.
Los triunfos guerreros de los Incas encarecen el valor mítico del oro y su prestancia ornamental. El Inca vencedor exige de los pueblos vencidos el tributo primordial de los metales y el oro que ha de enriquecer los palacios del Cuzco y el templo de Coricancha. Todo el oro del Collao, de los Aymaraes y de Arequipa, y por último del Chimú, de Quito y de Chile, afluye al Cuzco imperial. Los ejércitos de Pachacútec vuelven cargados de oro, plata, umiña o esmeraldas, mulli o conchas de mar, chaquira de los yungas, oro finísimo del Tucumán y los Guarmeaucas, tejuelos de oro de Chile y oro en polvo y pepitas de los antis. El mayor botín dorado fue, sin embargo, el que se obtuvo después del vencimiento del señor del Gran Chimú, en tiempo de Pachacútec. El general Cápac Yupanque, hermano del Inca y vencedor de los yungas de Chimú, reúne en el suelo de la plaza de Cajamarca –donde más tarde habría de ponerse el sol de los Incas, con otro trágico reparto– el botín arrebatado a la ciudad de Chanchán y a los régulos sometidos al Gran Chimú y a su corte enjoyada y sensual, en el que contaban innumerables riquezas de oro y plata y sobre todo de "piedras preciosas y conchas coloradas que estos naturales entonces estimaban más que la plata y el oro".

orfebreria chimu

ORFEBRERÍA CHIMÚ
Los más sensacionales y reveladores hallazgos de oro precolombino en el Perú han sido en el presente siglo los del alemán E. Brüning, en el cerro de Zapame y los de Batán Grande e Illimo en 1937, ambos cerca de Lambayeque. Los hallazgos de Brüning comprueban un arte metalúrgico refinado y primoroso. Al lado de los vasos negros, de la etapa Chimú, que revelan una decadencia de la cerámica, surgieron joyas como la araña de oro con huevos de perlas, con adorno emplumado de cabeza, que recuerda, según Doehring, figuras toltecas; chapas de oro con figuras humanas o cabezas humanas que salen de cabezas de animales, como los dioses Anahualli mexicanos, y figuras de peces y otros animales. En la huaca de la Luna, en Moche, halló don Manuel Pío Portugal otro tesoro, con tupus, pectorales, collares, campanillas, estólicas, flautas, máscaras de zorro y coronas con laminillas colgantes, que han integrado diversas colecciones. Los hallazgos de Batán Grande se incorporaron en parte al Museo de la Cultura, en Lima, y en ellos figura, como pieza del mayor valor artístico representativo del arte Chimú, eltumi o cuchillo ceremonial de oro laminado, de 43 cm y 1 kg de peso, engastado con turquesas, que se exhibe en dos ejemplares extraordinarios: uno existente en el Museo Nacional de Antropología y Arqueología, y otro, que se reproduce por primera vez en este libro, con brazos abiertos y ligeramente trunco. Es, posiblemente, el dios o señor principal de la región, con sus atributos jerárquicos. Algunos han querido ver en él al legendario caudillo Naym-Lap, que insurgió en la costa de Lambayeque, con un séquito oriental, en la época pre-inca, según el novelesco relato del clérigo trashumante.
Ciertas joyas revelan la excepcional pericia y el gusto artístico finísimo de los orfebres del Chimú. Squier describe un grupo argentífero formado por un hombre y dos mujeres, en un bosque representado con gracia y discreción y sentido de la armonía, en el que la representación de un retorcido tronco de algarrobo, descubre el sentimiento del paisaje en el artífice indio. Otro grupo escultórico, en plata, visto por el mismo viajero, fue el de un niño meciéndose plácidamente en una hamaca, junto a un árbol, por el que sube, sigilosamente, una serpiente, mientras que al lado, arde una hoguera. Estos grupos, dice Squier, revelan pericia en el diseño, en el modelado y fundido y acaso el conocimiento del molde de cera. La araña de oro del cerro de Zapame, las chapas de oro, con figuras zoomorfas, las mariposas alígeras de Wiener y los tumis ceremoniales de Illimo, representan el ápice de la joyería estilizada y barroca del arte aurífero peruano.
Todo el esplendor de la industria metalúrgica costeña fue anterior a los Incas. Es ya axioma arqueológico que los descubrimientos técnicos de los aurífices yungas –como la aleación del oro nativo y de la plata bruta y las aleaciones cuproargentíferas–, así como los primores de la orfebrería costeña, fueron asimilados tardíamente por los Incas, en el siglo XV, al conquistar el litoral. Arriesgados etnólogos y arqueólogos sostienen aún que el arte metalúrgico del Chimú se propagó a la región del Ecuador y alcanzó a Guatemala y a México, donde Lothrop ha hallado discos de oro del estilo Chimú medio y reciente en Zacualpa y una corona de oro emplumada con decoración Chimú y discos del último período de esta cultura.

metalurgia americana

GÉNESIS DE LA METALURGIA AMERICANA
La aparición de la metalurgia fue una hazaña cultural de la América del Sur, según Paul Rivet. En México sólo aparecen los metales hacia el siglo XI. El mundo maya tuvo una industria metalúrgica muy rudimentaria y sólo los del "segundo imperio" trabajaron el oro y conocieron el cobre, pero no el bronce. La utilización del oro nativo y del cobre es, en cambio, general en la región andina de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia y parece que se generó en el interior de la Guayana y en la costa del Perú. El oro fue utilizado en el Perú antes que el cobre. En Nazca y Chavín se da el oro en los estratos más antiguos; el cobre era, en cambio, desconocido hasta el siglo IV, a la aparición de la civilización de Tiahuanaco y en el antiguo Chimú. La técnica de la tumbaga –aleación del oro con el cobre– llamada también guanin, es típica de toda la zona del Caribe, desde el comienzo de la Era Cristiana. "En las Antillas y Tierra Firme –escribe Oviedo– los indios lo labran y lo suelen mezclar con cobre o con plata y lo abajan segund quieren". Los Chibchas son los propagadores de ella y quienes perfeccionan las técnicas de la puesta en color, laminado del oro, soldadura autógena, soldadura por aleación y modelado a la cera perdida. Esta técnica se propaga al Ecuador y a la costa peruana, según Rivet, muy afecto a una génesis caribe de la metalurgia americana.
Los Chimús desarrollaron una de las más avanzadas técnicas del oro, el que trataron por fundición, al martillo, soldadura, remache y repujado. En la costa del Perú se desarrolló, esencial y originariamente, la metalurgia de la plata, desde la época de Paracas, la que sólo se conoce en la alta meseta perú-boliviana en el segundo período de Tiahuanaco y en el Ecuador de la época incaica. El bronce, por último, proviene, según Rivet, del segundo período de Tiahuanaco y sólo aparece en la costa en el último Chimú y en el Ecuador en la época incaica. Los principales propagadores del bronce, son los Incas, que lo llevan a todas las provincias sometidas a su imperio.

domingo, 8 de diciembre de 2013

PERU Y SUS LEYENDAS DEL ORO



LA LEYENDA ÁUREA
Un mito trágico y una leyenda de opulencia mecen el destino milenario del Perú, cuna de las más viejas civilizaciones y encrucijada de todas las oleadas culturales de América. Es un sino telúrico que arranca de las entrañas de oro de los andes. Millares de años antes que el hombre apareciera sobre el suelo peruano, dice el humanista italiano Gerbi, el futuro histórico del Perú estaba escrito con caracteres indelebles de oro y plata, cobre y plomo, en las rocas eruptivas del período terciario. Los agoreros astrólogos egipcios, los shamanes indios o los sacerdotes taoístas de la China misteriosa e imperial habían establecido ya, milenios antes, la supremacía del oro sobre los demás metales; y el propio desencantado poeta del Eclesiastés reconoció la plata y el oro como "tesoro preciado de reyes y provincias". Los metales eran semejantes a seres vivos que crecían, como las raíces de los árboles bajo la tierra, y maduraban, diversamente, en las tinieblas telúricas, regidos por los astros y el cuidado de Dios. La plata crece bajo el influjo de la Luna, el cobre bajo el de Venus, el hierro bajo el de Marte, el estaño bajo el de Júpiter y el plomo, pesado y frío, bajo el de Saturno. Pero sólo el oro, que recibe del Sol sus buenas cualidades, que no se menoscaba, ni carcome, ni envejece, es el símbolo de la perfección y de la pureza y emblema de inmortalidad. El plomo y los demás metales que buscaban ser oro son como abortos, porque todos los metales hubiesen sido oro –dice Ben Johnson– si hubiesen tenido tiempo de serlo. Pero, el oro, a la par de su primacía solar y su poder de preservar del mal y de acercar a Dios, implica, en la hierofanía del Cosmos, un azaroso devenir en el que juegan los agentes de disolución y dolor y en que se retuerce un sentimiento agónico de muerte y resurrección. Es el destino azaroso de este "pueblo de mañana sin fin", de este "país de vicisitudes trágicas", que vislumbró el poeta español García Lorca cuando dijo : "¡Oh, Perú de metal y de melancolía!".
Todos los mitos de la antigüedad sobre riquezas fabulosas y las alucinaciones de la Edad Media sobre islas Afortunadas o regiones de Utopía y ensueño y todas las recetas arcanas y la experiencia mágico-religiosa de los alquimistas medioevales para trasmutar los metales en oro, se esfuman y languidecen en el siglo XVI, ante el hallazgo de asombro del Imperio de los Incas y de los tesoros del Coricancha. Pudo decirse que, en la imaginación de los filósofos que soñaron la Atlántida o de los cosmográfos y pilotos que buscaban el camino de Cipango, hubo, ya, una nostalgia del Perú. Pizarro es el único argonauta de la historia que le tuerce la cabeza al dragón invencible que custodia el Toisón de Oro y rompe en mil pedazos la redoma de la ciencia esotérica medioeval para obtener la Piedra Filosofal, ya innecesaria. El Perú sobrepasa, con sus tesoros, la fama de la Cólquida y de Ofir. Es el único Vellocino hallado y tangible de la conquista de América. El Inca Atahualpa, avanzando en su litera áurea por la plaza de Cajamarca, entre el rutilante cortejo de sus soldados armados de petos, diademas y hachas de oro, o llenando de planchas y vasijas de oro el cuarto del rescate, es el único auténtico Señor del Dorado.
Se explica bien, entonces, las noticias escalofriantes de los cronistas, el asombro europeo de los humanistas, portulanos y gacetas y la hipérbole de los poetas e historiadores. Las noticias que llegan del Perú, escribe desde Panamá el Licenciado Espinosa al Rey, apenas apresado el Inca en Cajamarca, "son cosa de sueño". Gonzalo Fernández de Oviedo, que ha visto y palpado durante veinte años, desde Santo Domingo y Panamá, para ponerlas en su Sumario de la natural historia de las Indias, todas las riquezas naturales halladas en el Nuevo Mundo, se admira de "estas cosas del Perú" al tocar con sus manos un tejo de oro que pesaba cuatro mil pesos y un grano de oro, que se perdió en la mar, que pesaba tres mil seiscientos pesos, o al ver pasar hacia España tinajas de oro y piezas "nunca vistas ni oídas". Y comenta, venciendo su desconfianza y escepticismo naturales: "Ya todo lo de Cortés paresce noche con la claridad que vemos cuanto a la riqueza de la Mar del Sur". El tesoro de los Incas del Cuzco excede al de todos los botines de la historia: al saco de Génova, al de Milán, al de Roma, al de la prisión del rey Francisco o al despojo de Moctezuma –dirá maravillado el cronista de los Reyes Católicos–, porque "el rey Atahualpa tan riquísimo e aquellas gentes e provincias de quien se espera y han sacado otros millones muchos de oro, hacen que parezca poco todo lo que en le mundo se ha sabido o se ha llamado rico". Francisco López de Gómara diría: "Trajeron casi todo aquel oro de Atabalipa, e hinchiron la contratación de Sevilla de dinero, y todo el mundo de fama y deseo". Y el padre Acosta, con su severidad científica y su don racionalista, nos dirá en su Historia natural y moral de las Indias: "Y entre todas las partes de Indias, los Reinos del Perú son los que más abundan de metales, especialmente de plata, oro y azogue". León Pinelo, que situaría el Paraíso en el Perú, escribe: "La riqueza mayor del Universo en minerales de plata puso el criador en las provincias del Perú". Y Sir Walter Raleigh, avizorando el Dorado español desde su frustrada cabecera de puente sajón de la Guyana, en América del Sur, escribiría: "Ipso enim facto deprehendimus Regem Hispanum, propter divitias et Opes Regni Peru omnibus totis Europae Monarchis Principibusque longue superiorem esse." –"De ello sabemos que el rey de España es superior a todos los reyes y príncipes de Europa por causa de la abundancia y las riquezas del reino del Perú"–. Por las fronteras del Imperio Español de Carlos V, quien hubiera necesitado para sus guerras riquezas seis veces mayores aún, correría la voz de los tesoros del Perú, que servirían al César español para combatir más ardidamente a Francisco I, Lutero y el Turco y se urdiría el nuevo ensalmo de la fortuna, el nuevo mito del oro peruano, que cristaliza en la mente alucinada del europeo en frases que tientan imposibles o resumen desengaños. Será el súbdito francés de Francisco I, quien después de leer en un pequeño folleto tituladoNouvelles certaines des íles du Perou, publicado en Lyon en l534, la lista de los objetos y planchas de oro traídos del Perú, gruñirá su sorpresa o su ironía en dichos como el de "gagner le Perou" que vale por una utopía o fortuna irrealizable, o el de "Ce n’est pas le Pérou" ante la mezquindad de un propósito defraudado. O será el epíteto de "perulero", aplicado por los pícaros de Sevilla y por el teatro del siglo de oro a los indianos enriquecidos a los que se iba a desplumar, o acuchillar la bolsa, al desembarcar en la ría; o el hiperbólico "Vale un Perú", que trasciende la euforia de un mediodía imperial en la historia del mundo y que ha recogido el poeta peruano J. S. Chocano en su estrofa altisonante:

"¡Vale un Perú! Y el oro corrió como una onda
¡Vale un Perú! Y las naves lleváronse el metal;
pero quedó esta frase, magnífica y redonda,
como una resonante medalla colonial."

viernes, 6 de diciembre de 2013

¿COMO DETECTAR ORO?

Instrucciones

    Los yacimientos de oro

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    Muchos naufragios de la antigüedad aún esconden tesoros.
     
    Aunque parezca algo propio del cine, muchos cargamentos de oro de los que se perdieron en el pasado permanecen enterrados en algunos lugares. Revisa libros de Historia y mapas antiguos para conocer los itinerarios de caravanas, ejércitos o grupos de bandidos. Ten en cuenta que algunas personas ricas y excéntricas tienen la costumbre de enterrar sus objetos más valiosos alrededor de sus casas. A veces fallecen y estos tesoros quedan olvidados. Haz una lista de las posibles ubicaciones y rastrea el terreno con un detector.
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    El  péndulo puede captar cambios electromagnéticos.
    Jupiterimages/liquidlibrary/Getty Images
    Incluye en tu lista las minas abandonadas y los túneles bajo las iglesias antiguas. Solicita un permiso para acceder a alguna de estas minas y empezar la prospección. Consigue un mapa o plano del área elegida, de escala 1:50.000 o 1:25.000. Prueba a utilizar un péndulo. La radiestesia es un método empleado por muchos buscadores de oro para obtener puntos de atracción en un mapa. Te evitará el esfuerzo de recorrer extensiones de terreno que podrían alcanzar las 20 o 30 mil hectáreas y demorar tu trabajo durante meses, e incluso años.
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    Explorar un yacimiento es una tarea minuciosa.
    Thinkstock Images/Comstock/Getty Images
    Realiza un muestreo del yacimiento, realizando pruebas en distintas zonas. Escarba un poco para sacar un trozo de material. Muele la muestra sobre una roca plana con una piedra o un martillo. Introduce el polvo obtenido en una bolsa hermética con ayuda de una brocha. El lento proceso de erosión de los montes hace aflorar el oro contenido en vetas de oro nativo, que por lo general se hallan en las capas de cuarzo. Una muestra de piedras de veta u oro de roca arroja una cola de oro apreciable a simple vista. Utiliza anteojos de aumento para identificarlas mejor.
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    El lavado de oro requiere mucha paciencia y práctica.
    Comstock/Comstock/Getty Images
    Busca oro en remansos de ríos o arroyos, donde no haya corriente de agua. Ahí se deposita el oro en forma de pepitas, fragmentos o partículas. Excava un poco con la pala para sacar material. Deposítalo en la bandeja y sumerge esta en el agua, realizando un movimiento giratorio. Pasa la bandeja por un tamiz. Sumerge la bandeja de nuevo para lavar la arena. Cuando el oro esté a la vista, ladea la bandeja para separarlo de la suciedad. Filtra el oro en una botella con agua y colócalo en un tubo de vidrio o plástico transparente.

    Los detectores de metales

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    Los campos magnéticos permiten detectar el metal.
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    Los detectores de metales funcionan por el magnetismo. El detector crea un campo magnético a través de una bobina de cable, y lo orienta a través de la superficie del suelo. Otro de sus circuitos recibe las ondas del campo magnético y emite un sonido que puedes escuchar a través de un altavoz. Cuanto más grande sea la bobina de cable, mayor será la sensibilidad del detector. Determina qué tipo de detector de metales resulta más apropiado para el terreno que vas a explorar y para tu presupuesto. Una opción que te ahorrará dinero es fabricarlo tú mismo.
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    Depósitos de minerales en Yellowstone Park.
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    Existe otro instrumento muy eficaz en la detección de depósitos de minerales, y muy utilizado en países de abundantes minas, como Chile. Se trata de un instrumento direccional ultrasensible para la localización de metales preciosos. Consiste básicamente en un cartucho magnético que contiene cristales especiales y una antena giratoria. Introduce una muestra de oro en el cartucho y sujétalo como si fuera una pistola, apuntando hacia delante. Muévete describiendo círculos de 360º. La antena dará indicaciones direccionales cuando localice el metal.
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    El imán integrado en el teléfono móvil no es muy potente.
    Thomas Northcut/Photodisc/Getty Images
    La tecnología apunta cada vez más alto, y prueba de ello son las nuevas aplicaciones para detectar metales de algunos teléfonos móviles. Los modelos Android, iPhone 3GS, Nokia N97 y Samsung Omnia HD pueden actuar como detectores gracias a que llevan integrado un magnetómetro. Elige uno de ellos y configura la opción de detectar metal. Acerca tu celular a cualquier objeto metálico. El detector te avisará con un sonido o vibración, según el tono que hayas elegido. Recuerda que los objetos metálicos deben estar sobre la superficie de la tierra y cerca del móvil para ser percibidos.