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sábado, 26 de julio de 2014

Rusia y Turquía han aumentado sus reservas de oro

Rusia y Turquía han aumentado sus reservas de oro

Rusia y Turquía han aumentado sus reservas de oro en lingotes por tercer mes consecutivo, según datos del Fondo Monetario Internacional. Los expertos explican que es una táctica para distanciarse del dólar.
Rusia, quinto mayor titular de lingotes del mundo después de Estados Unidos, Alemania, Italia y Francia, aumentó sus tenencias de oro en 16,8 toneladas hasta 1094,8 toneladas en junio, dice el informe de Estadísticas Financieras Internacionales del FMI. 

Según la agencia Reuters, Rusia y Turquía aumentaron sus reservas de oro para fortalecer sus posiciones en el mercado del metal precioso, que se utiliza para cubrir los riesgos de cambio y de crédito. 

Según el diario ruso 'Zavtra', desde 2007 Rusia está creando un sistema financiero independiente basado en la economía real y los recursos de Rusia, asegurados por sus reservas de oro. "Cuanto más oro tiene un Estado, más soberanía tendrá en caso de que se produzca un desastre con el dólar, el euro, la libra o cualquier otra moneda de reserva", comentó por su parte Yevgueni Fiódorov, diputado del partido gobernante, Rusia Unida. 

El precio del oro se eleva en medio de un debilitamiento del dólar, el aumento de las tensiones en Irak y problemas geopolíticos como la crisis de Ucrania, escribe el portal kazajo Kapital. A expensas de las guerras en Irak y Ucrania el oro ha subido de precio en un 10% desde principios de año, subrayan los corresponsales del recurso. 


Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/135169-rusia-aumento-oro-reservas-lingotes

miércoles, 19 de febrero de 2014

EL MARCAYOC Y SU RELACION CON EL ORO


EL MARCAYOC
Todos los pueblos primitivos del Perú guardaron celosamente la memoria del marcayoc o fundador, al que rendían culto sacro y votivo. En las relaciones de idolatrías del Arzobispo Villagómez, se dice que todos los pueblos indios tienen ídolos de piedra "que eran los fundadores o patronos de pueblos a quien llaman marcayoc o marcachacra, que ellos suponen que era el primero que pobló aquella tierra"1 .
En el caso del Cuzco, la ciudad solar y vértice del Imperio, no era posible que se perdiese el recuerdo del marcayoc progenitor y fundador. Las tradiciones históricas y los mitos más remotos señalan a Manco Cápac como el fundador del Cuzco y de la primacía incaica. Algunos historiadores suspicaces le han negado existencia real y le han considerado como personaje mítico y legendario. Riva Agüero refutó, contundentemente, a González de la Rosa, que representa la tesis escéptica y nihilista. No importa que la momia de Manco, como la de Yahuar Huaca, no apareciese en la pesquisa hecha por Polo de Ondegardo de los mallquis incaicos. Estaba, en cambio, su bulto o guauqui, como los de los otros Incas, que era reverenciado como imagen rediviva de su figura humana o de su totem protector y estaba, sobre todo, la descendencia misma de dicho Inca, la Chima panaca, conservada y respetada como el ayllu primogénito o la más rancia de las viejas estirpes imperiales cuzqueñas. Fue Manco Cápac, sin duda, personaje real e histórico, de magnífica pujanza vital, paradigma heroico de su raza y héroe civilizador, al que el respeto y la gratitud de su casta revistió luego, por la obra alucinadora de la tradición oral, de relieves legendarios y míticos, que siempre cortejan en la historia al personaje arquetípico. Manco aparece, así, en todas las tradiciones y cantares cuzqueños con los arreos simbólicos de los héroes epónimos. Cieza le hace surgir en el horizonte de la marca primitiva, teniendo al fondo el cerro de Guanacaure, levantando los ojos al cielo y siguiendo el vuelo de las aves y las señales de las estrellas, para hundir en la tierra la barreta civilizadora. Molina refiere que el dios Sol lo llamó y le dio por insignia y armas el suntur paucar o airón de plumas y el champi, los supremos y divinizadores atributos de los Incas. En los cantares quechuas, que recogió Sarmiento de Gamboa, Manco lleva, en una petaca de paja, el pájaro o halcón totémico llamado indi o inti, reverenciado como símbolo del Sol, y el yauri o estaca de oro que hiende las tierras fértiles. En su cortejo marchan su mujer Mama Ocllo y las tres parejas que completan el número mítico de cuatro, llevando los topacusis o vasos de oro y el napa o llama sagrada. Manco instituye las danzas y las fiestas rituales el huarachico y el capacraymi, la ceremonia de horadar las orejas a los donceles nobles y el rito para llorar a los muertos, "imitando el crocitar de las palomas". El indio Santa Cruz Pachacuti recoge la misma figura legendaria del Inca que avanza entre prodigios –derribando cerros, volando con alas de piedra o petrificando enemigos– desde el Collao hacia el mediodía, portando el topayauri o cetro que le diera el dios Tonapa. Manco y sus tres compañeros se detienen en el Cuzco cuando surge ante ellos el signo promisor del arco iris –que sus sucesores llevarían como estandarte– y al darse con el destino definitivo de su raza entonan el cantar de chamaiguarisca o "cantar de pura alegría", que podría ser el himno nacional del Imperio.
Ninguna de estas poetizaciones, que también surgieron sobre otros Incas –principalmente, sobre Pachacútec–, reducen, proviniendo de un pueblo crédulo y agorero, la personalidad histórica de Manco Cápac y la certeza de sus hazañas vitales. Manco Cápac existió realmente. Podrá dudarse si fue de raza quechua o aymara, o de la cronología de su reinado; pero fue héroe de carne y hueso y el jefe de los ayllus que ocuparon el Cuzco tras de la odisea de Paccarectampu a Guanacaure y el valle sagrado. Es inútil que los historiadores traten de saber si fue quechua o aymara, cuando los propios indios, sus descendientes, le hacían hijo del Sol y de la Luna o declaraban que "no tuvo pueblo, ni chácara, ni casta o antigualla pacarimoc". El nombre Manco no tiene explicación en quechua, según Garcilaso, aunque Cápac signifique poderoso o rico, en quechua y en aymara y mallco, según Uhle, sea "señor de vasallos" en aymara. No cabe, tampoco, aceptar la tesis del sutil investigador Latcham, quien piensa que los Ayar, nombre que significa "difunto", habían muerto cuando sus tribus llegaron al Cuzco y que, por lo tanto, ni Manco ni sus compañeros collas vieron jamás la ciudad del Sol. Para la tradición secular incaica, Manco Cápac fue el inconfundible fundador o marcayoc del Cuzco de los Incas.
Entre los signos históricos innegables de la personalidad histórica de Manco Cápac están los hechos de que en el Cuzco se le señaló siempre unánimemente, como el fundador de la ciudad e iniciador de la dinastía incaica, y de que se veneró, además, por una tradición persistente, los sitios donde Manco fundó el templo de Inticancha, el de Colcampata que fue su morada o el sitio en que dormía su mujer, Mama Ocllo. Además de estos recuerdos locales se conservó la versión de que fue Manco quien enseñó la labranza de la tierra y el uso del arado, estableció el culto del Sol y forjó las leyes y las grandes instituciones y ceremonias rituales del Imperio. Con tan firmes lauros la figura de Manco vence las nieblas de la leyenda y adquiere vigor y prestancia reales. Es el fundador del Cuzco y de la estirpe de los Incas y preside, como desde un pórtico majestuoso y monolítico, toda la primera historia peruana.
Manco fue, pues, el personaje real e histórico que fundó el Cuzco y aun le dio, según la tradición, su nombre perdurable. El Cuzco, antes de la llegada de Manco, estaba ocupado, según el testimonio veraz de Betanzos, en gran parte por "un tremedal o ciénaga" y no había en el valle del Huatanay sino pueblos pequeños de "hasta veinte o treinta casas pajizas y muy ruines". Huamán Poma dice que este caserío antiguo se llamó Acamama.
Manco cumple la función sinoicista, allanando obstáculos y juntando pueblos. De ahí, acaso, el nombre mismo del Cuzco, sobre el que vacila la ciencia lingüística. Garcilaso afirmó que "Cozco, en la lengua particular de los Incas, quiere decir ombligo o centro del mundo". También se ha dicho modernamente, por Escalante, que proviene de Cejasco, que significa pecho o corazón. Pero González Holguín, uno de los más ilustres quechuistas, afirmó en los mismos días de Garcilaso, en su Vocabulario prócer, dictado, según él, por los mismos indios del Cuzco quecusquini significa "allanar el terreno" y también "allanar dificultades, unir y establecer una concordia". Todo esto se conjuga con la tarea de Manco, que vino a enseñar ese arte supremo de los Incas, del que dijo Cornejo que "enseñaron a unir las piedras para levantar fortalezas y a soldar las tribus para crear imperios". Esto coincide con la voz de otros cronistas indianistas o indios. Montesinos dice que a Manco le pareció bien el lugar para fundar una ciudad y señalando un amontonamiento de piedras dijo que lo hiciesen "en esos Cuzcos" y que hubo que allanarlos "y este término de allanar se dice por este verbo cozcoani, cozcochanqui o chanssi y de aquí se llamó Cuzco". Sarmiento de Gamboa dice que el lugar al que llegaron los Ayar, y donde Ayar Auca se petrificó y convirtió en hito de posesión, "se llama Cozco" y que "de ahí le quedó el nombre hasta hoy". Ayar Auca Cuzco huanca –o sea Ayar Auca hito de piedra– fue un proverbio incaico. También se dijo que el lugar de enterramiento de uno de los Ayar, donde lloraron los Incas, fue este del Cuzco, "que significa triste y fértil". Y el indio collagua Santa Cruz Pachacuti, dice que, cuando Manco llegó al sitio del Coricancha, había dos manantiales que los naturales de allí –Alcahuisas, Culinchimas y Cayaocachis– llamaban Cuzcocassa o Cuzco rumi y "de alli se vino a llamarse Cuzco pampay y los ingas que después se intitularon cuzco-capac o cuzco-ynca". El cronista cuzqueño Mogrovejo de la Cerda apunta que Cuzco quiere decir "pintura de colores" como alusión a los matices del sitio florido en que se fundó.
Manco vivió y murió, según Sarmiento, en Inticancha o en Cayacachi según Santillán. Su tarea urbanística fue la de juntar pueblos, trazar la nueva ciudad y vencer la tierra estéril. Manco fundó la casa del Sol o Coricancha, dividió la vieja ciudad, por sus cifras mágicas y simbólicas, en cuatro partes, que fueron Quinticancha, Cumbicancha, Sayricancha y Yarambaycancha. Las razones de la elección del sitio se hallan indicadas al hablar del marco geográfico. Habría que agregar a ellas la existencia de "una fuente salobre para hacer sal", que recuerda Garcilaso.
Así nació entre señales del cielo y prodigios míticos, intuiciones telúricas y faenas humanas civilizadoras, el Cuzco de Manco, al pie del Sacsayhuaman y junto a la laguna o tremedal que ocupaba la plaza de Cusipata –hoy día cubierta por los portales del Poniente y por el Hotel de Turistas– y la gran hazaña urbanística de la primera dinastía, de los sucesores de Manco, será la de vencer el pantano y, a través de él, tender los canales y primeras calzadas por donde se expandirá el Imperio hacia el Contisuyo.

martes, 10 de diciembre de 2013

la ambicion de pizarro al botin de oro

EL BOTÍN DE ORO DE PIZARRO
La cruzada de sangre y oro de la conquista llegó con Pizarro a Cajamarca y desbarató, en el espacio de cincuenta minutos, con ciento sesenta y ocho aventureros haraposos, al invicto ejército incaico de treinta mil hombres, que había conquistado toda la América del Sur, como tres siglos más tarde el Imperio español, en que no se ponía el sol, sería desbaratado en cincuenta y cinco minutos de combate por ochocientos peruanos, en el campo de Junín. De la captura del Inca, en medio de su corte enjoyada en lo alto de su litera impasible, cargada por los estoicos Lucanas, arranca el río de oro alucinante que lleva el nombre del Perú a los confines del mundo occidental. Y no fue mentira el relato fabuloso de los cronistas, ni de los humanistas europeos o los comerciantes genoveses o venecianos que en Sevilla vieron el desfile del fantástico botín y lo divulgaron por Europa con cifras de envidia. Aquel día, en aquel rincón andino del Perú, la historia del mundo había dado un salto o un viraje: el oro americano, principalmente el del Perú, iba a transformar la economía europea, porque al aumentar el circulante y producir la repentina alza de los precios, iba a surgir el auge incontrolado del dinero y del capitalismo.
Jerez y Pedro Sancho, secretarios de Pizarro, describieron en sus crónicas –que se tradujeron y adaptaron en publicaciones europeas– el botín obtenido por Pizarro en Cajamarca y el Cuzco. El primer botín de la cabalgata sudorosa y jadeante, que recorre el campo de Cajamarca y saquea el campamento del Inca, es de 80 mil pesos de oro y siete mil marcos de plata y 14 esmeraldas. "El oro y plata se hubo –dice, maravillado, el escribano Xerez, Secretario de Pizarro, informando oficialmente al Rey– en piezas monstruosas y platos grandes y pequeños y cántaros y ollas y braceros y copones grandes y otras piezas diversas". Atabalipa –el Inca preso– dijo a los españoles que todo esto y mucho más que se llevaron los indios fugitivos "era vajilla de su servicio".
El Inca, astuto y sutil, en quien los españoles se espantarían "de ver en hombre bárbaro tanta prudencia", comprendió que el oro, buscado ansiosamente por la soldadesca era el precio y el talismán de su vida e hizo espectacularmente, el ofrecimiento fabuloso que llenó de asombro a su siglo y a la historia: llenar la sala de su prisión, de 22 pies de largo por 17 de ancho, de cántaros, ollas, tejuelos y otras piezas de oro y dos veces la misma extensión de plata, hasta la altura de "estado y medio". Del Cuzco, de donde debía, traerse el oro a Cajamarca había, por lo menos, cuarenta días de ida y vuelta, con los que el Inca había ganado una prórroga efectiva de su vida, plazo dentro del que sus generales de Quito y del Cuzco podrían reaccionar y aplastar a aquella cohorte andrajosa de jinetes que, para custodiar al Inca y el precario botín del día de su captura, tenían que velar todas las noches, con armaduras y sobre el caballo, en atisbo de la emboscada india.
El resplandor del oro alumbra, al par que los hachones nocturnos, a los actores de ambos bandos de aquella dramática pugna y zozobra. Por los caminos incaicos empiezan a llegar las acémilas humanas cargadas de oro y plata. Cada día llegan cargas de treinta, cuarenta y cincuenta mil pesos de oro y algunos de sesenta mil. Los tres comisionados de Pizarro que llegan al Cuzco, ordenan deschapar las paredes del Templo del Sol y los palacios incaicos de sus láminas de oro. Y parten para Cajamarca la primera vez 600 planchas de oro de 3 a 4 palmos de largo, en doscientas cargas que pesaron ciento treinta quintales y, luego, llegaron sesenta cargas de oro más bajo, que no se recibió por ser de 7 u 8 quilates el peso. Más tarde llegó todo el oro recogido por Hernando en la "mezquita" de Pachacamac.


el imperio de huaynacapac y el oro

EL IMPERIO DE HUAYNA CÁPAC Y SUS HITOS DE ORO
El gran instante jubilar del Imperio, en orden a la riqueza y el despliegue de un lujo oriental, es el del Inca Huayna Cápac. La plaza del Aucaypata, en el Cuzco, resplandece de oro, plata, sederías de cumbi y de plumas y de piedras preciosas. Los palacios desnudos de los Incas antiguos y patriarcales se llenan de decoraciones imprevistas, cercos de oro, puertas de jaspe y de mármol de colores, y motivos escultóricos de lagartijas y mariposas y culebras grandes y chicas que parecían "andar subiendo y bajando por ellas". El ejército incaico presenta sus cincuenta mil hombres armados de oro y plata. En el centro de la plaza se levanta un dosel o teatro "cubierto de paños de plumas llenos de chaquira y mantas grandes de tan fina lana, sembrados de argentería de oro y pedrería". Allí va a posarse, sobre un escaño de oro, la imagen del sol. "Tenemos por muy cierto –dice el cronista Cieza– que ni en Jerusalén, ni en Roma, ni en Persia, ni en ninguna parte del mundo, por ninguna república ni rey del se juntaba en un lugar tanta riqueza de metales de oro y plata y pedrería como en esta plaza del Cuzco". Para rematar y circuir la gloria áurea de la plaza y del Imperio, el Inca Huayna Cápac manda forjar una maroma o cadena de oro de trescientos cincuenta pasos de largo, para que los indios bailen asidos de ella alrededor de la gran plaza del Cuzco, al cantarse las hazañas y glorias de sus antepasados. Y, en los remotos confines del Imperio mandó colocar dos "porras de oro y plata" en la raya de Vilcanota, como reto y defensa mágica contra los Collas, y en el Ancasmayo, en la frontera indómita de los Pastos, "ciertas estacas de oro", como alarde de soberbia y señorío.
Acaso si toda la lucha del mundo y de la historia, el surgir y caer de los Imperios, no sea, como dijo el inglés Carlyle, sino una etapa de la interminable y gigantesca lucha de la fe contra la incredulidad. Parece que el Incario se incorporara dentro de esta norma, porque su grandeza y poderío comienza con un acto de fe, en el momento en que la barreta de oro de Manco Cápac se hunde en la tierra fértil y promisoria del Cuzco, donde habrían de surgir la urbe y el estado imperial; y su estrella se nubla y declina cuando los dos hijos bastardos del Inca, Huáscar y Atahualpa, mandan, el uno destruir las huacas y las momias del Cuzco, y el otro golpea y azota con una alabarda de oro al sacerdote de la huaca de Huamachuco, que le previene una catástrofe inevitable y cercana.

viernes, 6 de diciembre de 2013

¿COMO DETECTAR ORO?

Instrucciones

    Los yacimientos de oro

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    Muchos naufragios de la antigüedad aún esconden tesoros.
     
    Aunque parezca algo propio del cine, muchos cargamentos de oro de los que se perdieron en el pasado permanecen enterrados en algunos lugares. Revisa libros de Historia y mapas antiguos para conocer los itinerarios de caravanas, ejércitos o grupos de bandidos. Ten en cuenta que algunas personas ricas y excéntricas tienen la costumbre de enterrar sus objetos más valiosos alrededor de sus casas. A veces fallecen y estos tesoros quedan olvidados. Haz una lista de las posibles ubicaciones y rastrea el terreno con un detector.
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    El  péndulo puede captar cambios electromagnéticos.
    Jupiterimages/liquidlibrary/Getty Images
    Incluye en tu lista las minas abandonadas y los túneles bajo las iglesias antiguas. Solicita un permiso para acceder a alguna de estas minas y empezar la prospección. Consigue un mapa o plano del área elegida, de escala 1:50.000 o 1:25.000. Prueba a utilizar un péndulo. La radiestesia es un método empleado por muchos buscadores de oro para obtener puntos de atracción en un mapa. Te evitará el esfuerzo de recorrer extensiones de terreno que podrían alcanzar las 20 o 30 mil hectáreas y demorar tu trabajo durante meses, e incluso años.
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    Explorar un yacimiento es una tarea minuciosa.
    Thinkstock Images/Comstock/Getty Images
    Realiza un muestreo del yacimiento, realizando pruebas en distintas zonas. Escarba un poco para sacar un trozo de material. Muele la muestra sobre una roca plana con una piedra o un martillo. Introduce el polvo obtenido en una bolsa hermética con ayuda de una brocha. El lento proceso de erosión de los montes hace aflorar el oro contenido en vetas de oro nativo, que por lo general se hallan en las capas de cuarzo. Una muestra de piedras de veta u oro de roca arroja una cola de oro apreciable a simple vista. Utiliza anteojos de aumento para identificarlas mejor.
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    El lavado de oro requiere mucha paciencia y práctica.
    Comstock/Comstock/Getty Images
    Busca oro en remansos de ríos o arroyos, donde no haya corriente de agua. Ahí se deposita el oro en forma de pepitas, fragmentos o partículas. Excava un poco con la pala para sacar material. Deposítalo en la bandeja y sumerge esta en el agua, realizando un movimiento giratorio. Pasa la bandeja por un tamiz. Sumerge la bandeja de nuevo para lavar la arena. Cuando el oro esté a la vista, ladea la bandeja para separarlo de la suciedad. Filtra el oro en una botella con agua y colócalo en un tubo de vidrio o plástico transparente.

    Los detectores de metales

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    Los campos magnéticos permiten detectar el metal.
    Photodisc/Photodisc/Getty Images
    Los detectores de metales funcionan por el magnetismo. El detector crea un campo magnético a través de una bobina de cable, y lo orienta a través de la superficie del suelo. Otro de sus circuitos recibe las ondas del campo magnético y emite un sonido que puedes escuchar a través de un altavoz. Cuanto más grande sea la bobina de cable, mayor será la sensibilidad del detector. Determina qué tipo de detector de metales resulta más apropiado para el terreno que vas a explorar y para tu presupuesto. Una opción que te ahorrará dinero es fabricarlo tú mismo.
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    Depósitos de minerales en Yellowstone Park.
    Thinkstock/Comstock/Getty Images
    Existe otro instrumento muy eficaz en la detección de depósitos de minerales, y muy utilizado en países de abundantes minas, como Chile. Se trata de un instrumento direccional ultrasensible para la localización de metales preciosos. Consiste básicamente en un cartucho magnético que contiene cristales especiales y una antena giratoria. Introduce una muestra de oro en el cartucho y sujétalo como si fuera una pistola, apuntando hacia delante. Muévete describiendo círculos de 360º. La antena dará indicaciones direccionales cuando localice el metal.
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    El imán integrado en el teléfono móvil no es muy potente.
    Thomas Northcut/Photodisc/Getty Images
    La tecnología apunta cada vez más alto, y prueba de ello son las nuevas aplicaciones para detectar metales de algunos teléfonos móviles. Los modelos Android, iPhone 3GS, Nokia N97 y Samsung Omnia HD pueden actuar como detectores gracias a que llevan integrado un magnetómetro. Elige uno de ellos y configura la opción de detectar metal. Acerca tu celular a cualquier objeto metálico. El detector te avisará con un sonido o vibración, según el tono que hayas elegido. Recuerda que los objetos metálicos deben estar sobre la superficie de la tierra y cerca del móvil para ser percibidos.

¿Existio la piedra filosofal?

¿Existió realmente la piedra filosofal?
¿Existieron realmente estas tres cosas? Para el espíritu científicamente racionalista, la Alquimia no puede ser más que una enorme superchería que arrastró tras de su falsedad a miles de espíritus, que quemaron sus vidas en pos del logro de un ideal irrealizable. Y sustentan esta opinión en un hecho científicamente indiscutible: el que los alquimistas emplearon medios puramente empíricos en su labor: no buscaron, no investigaron, sencillamente tantearon, de una forma instintiva y puramente irracional.
Es absurdo tratar a la Alquimia de falsa por el hecho de ser acientífica... si se desarrolló en un tiempo en el que precisamente la ciencia, tal y como la entendemos hoy en día, era algo que no existía en absoluto. Los métodos alquímicos, ciertamente, distan mucho de los frios, racionales y lógicos métodos científicos actuales, pero no por ello dejaron de ser en multitud de ocasiones completamente efectivos. La lista de los grandes descubrimientos químicos realizados por los alquimistas sería interminable: Alberto Magno describe en sus obras la composición química del cinabrio y del minio, Raimundo Lulio dio la receta para la preparación del bicarbonato potásico, Basilius Valentinus fue el descubridor de los ácidos sulfúrico y clorhídrico, el alemán Brandt descubrió el fósforo, Vigenère hizo lo mismo con el ácido benzoico, Paracelso fue el primero en descubrir el zinc, Juan Baustista della Porta fue el primero en preparar el óxido de estaño. Multitud de alquimistas descubrieron en su tiempo (y algunos de ellos perecieron por su causa) la pólvora, en el curso de sus trabajos alquímicos. Pero el alquimista trabaja sobre la nada, sin bases concretas sobre las que sustentar su labor. Los alquimistas hacían las cosas de un modo puramente empírico, buscando sus respuestas por unos medios tan completamente distintos a los actuales que hoy los calificaríamos como aberrantes. Los químicos de hoy, por ejemplo, se rigen por el análisis químico de sus preparados; pero el análisis químico no surge hasta el siglo XVIII, por lo que los alquimistas sólo podían guiarse por el cambio de apariencia y coloración de sus materiales.
¿Estaban equivocados los alquimistas en sus teorías? Según la ciencia clásica, rotundamente sí. Por otro lado, los alquimistas habían desarrollado una serie de complementos a sus creencias básicas que hoy nos son inaceptables: los metales eran como las semillas, eran susceptibles de crecer, desarrollarse y multiplicarse en determinadas condiciones, ¡poseían incluso sexo!, el mercurio, como único metal líquido, era considerado como la matriz en la que se gestaban los demás metales (y de ahí su amplio uso en Alquimia)... Los razonamientos de los alquimistas, de todos modos, eran dignos de ser tenidos en cuenta por su originalidad: las plantas, argumentaban, no nacen de las plantas: no se puede hacer crecer un melón de otro melón, sino de una semilla de melón. Los metales, por lo tanto, deben nacer también de semillas de metales. ¿Y no puede considerarse acaso la Piedra filosofal como una especie de semilla? En Alquimia, para obtener la Piedra filosofal, en la última fase de la operación, hay que añadir unos granos de oro a la mezcla. Esta operación es llamada "siembra".
La Alquimia se vio completamente desacreditada por la avalancha de racionalismo que inundó el siglo XVIII y siguientes. Hoy en día, sin embargo, algunas ramas de la ciencia de vanguardia, principalmente la física atómica han redescubierto con gran sorpresa la Alquimia. Los físicos atómicos descubren con estupor que llegan a conseguir transmutaciones como las que los alquimistas decían poder realizar en sus hornos. Eric Edward Dutt abtuvo rastros de oro en las superficies de sus muestras metálicas tras someterlas a una descarga condensada a través de un conductor de boruro de tungsteno; los rusos obtendrían más tarde idénticos resultados usando potentes ciclotrones. El agua pesada, ¿NO ES LO MISMO QUE EL "AQUA PERMANENS" DE LOS ALQUIMISTAS, CON LA ÚNICA DIFERENCIA DE QUE LOS MODERNOS LABORATORIOS LA CONSIGUEN, TRABAJANDO CON LUZ POLARIZADA (la luz de la Luna es luz polarizada) EN POCO TIEMPO, MIENTRAS QUE LOS ALQUIMISTAS NECESITABAN PARA ELLO MÁS DE VEINTE AÑOS? El agua pesada, los superconductores (que el físico obtiene a temperaturas cercanas al cero absoluto), los elementos isotópicos... todos tienen sus analogías en la antigua literatura alquimista. Tan sólo hay una diferencia: el científico de hoy llega a sus resultados en poco tiempo (pueden realizarse miles de ensayos en el poco tiempo de unas horas), con la ayuda de complicados y costosos aparatos y dispendiando grandes cantidades de energía. Los alquimistas, por su parte, usaban un reducido laboratorio de cocina, unos medios casi insignificantes... pero tenían toda una vida por delante.
Sea como fuere, hay que aceptar que algunos relatos que han llegado hasta nosotros sobre la obtención de la Piedra filosofal y la obtención del oro alquímico son una realidad. Y no hablamos con ello de los alquimistas fraudulentos, aquellos que utilizaban unos bien aprendidos trucos para engañar a los incautos con falso oro y falsas Piedras filosofales, sino alquimistas reconocidos por su honestidad. Más allá de las recetas que, como la mayor parte de los grimorios, nos indican los "métodos infalibles de conseguir oro, la juventud eterna, la invisibilidad, etc.", algunos alquimistas afirman seriamente haber hallado el secreto de la Piedra filosofal. Hay pruebas (aunque para muchos sean circunstanciales) de ello. Hay medallas conmemorativas acuñadas en oro alquímico. Aunque todos estos alquimistas hayan muerto llevándose su secreto a la tumba, estas pruebas han quedado. Y sus relatos también.
 
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El homúnculo, aquí bajo la apariencia de Mercurio y con los símbolos del Sol y la Luna, debía, según los alquimistas, ser concebido sin unión sexual. Paracelso estaba convencido de la posibilidad de la creación del mismo, a base de esperma y sangre. ¿No es ahí donde se encuentra el DNA?
 
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La "unión de los contrarios". El rey y la reina, símbolos de la virilidad y la feminidad, el Sol y la Luna, y el día y la noche, se unen en un solo cuerpo. El dragón encarna el principio de unificación, y la estrella representa la Piedra Filosofal.

jueves, 5 de diciembre de 2013

LA ALQUIMIA Y LA PIEDRA FILOSOFAL

la alquimia y La piedra filosofal.
Pero supongamos que todo haya ido bien. El alquimista ha obtenido en su Huevo alquímico el preparado púrpura tan anhelado. Este será el primer paso práctico para obtener la Piedra filosofal... pero no es aún la Piedra filosofal propiamente.
El alquimista deberá abrir entonces el recipiente y extraer el compuesto. Este compuesto deberá ser lavado múltiples veces, durante meses enteros si es necesario, con agua tridestilada. Esta agua es a su vez importantísima, y constituye para muchos autores uno de los principales productos alquímicos después de la Piedra filosofal: es el Elixir de larga vida, el elixir que, ingerido periódicamente, dará una larga y venturosa vida al alquimista, aunque no la inmortalidad, ya que lo único que evita el elixir es el desgaste físico del cuerpo humano, no la enfermedad ni los accidentes.
Y queda luego la Piedra propiamente dicha, ya completa, que puede según algunos autores ser blanca o roja, que puede ser sólida o convertirse en polvo, y de la cual bastará una pequeñísima parte para transformar en oro o plata el más innoble metal... aunque generalmente se utilice siempre el plomo o el mercurio.
Pero la Piedra también puede ser usada en su forma líquida: su polvo se disuelve entonces en mercurio, y se obtiene así el agua mercurial o agua póntica, llamada también el Disolvente universal, e identificada por muchos autores también con el Elixir de larga vida.
Pero todas estas, si bien son las más importantes, no son las únicas virtudes y cualidades atribuidas a la Piedra filosofal, al Elixir de larga vida y al Disolvente universal. Los propios alquimistas (y muchas veces también la imaginación de las gentes) atribuyeron a la Piedra filosofal en sus distintas formas los más extraordinarios atributos. Así, se consideraba que la Piedra filosofal, además de convertir los metales en oro, era capaz de gobernar a las potencias celestes, permitir conocer el pasado y el futuro, lograr la invisibilidad con sólo hacerla girar entre las manos, crear el movimiento contínuo, resolver la cuadratura del círculo, permitir a su poseedor volar por los aires, ¡fabricar el mítico homúnculo!
El Elixir de larga vida, por su psrte, es catalogado como capaz de volver de nuevo jóvenes a los viejos, resucitar a los muertos, prolongar enormemente la vida... pero añaden los libros (y pese a que se afirme que puede resucitar a los muertos) no da la inmortalidad. Uno de los derivados de este elixir, la Panacea (llamada también panacea universal, no porque esté extendida por todo el mundo, sino porque su poder alcanza a todas las cosas), es reputada como capaz de curar todos los males sin distinción y, por supuesto, sin la menor excepción.
El Disolvente universal, finalmente, uno de los últimos productos de la elaboración alquímica, llamado también Alkaest, es capaz de disolver absolutamente todos los cuerpos, manteniéndolos en su estado líquido...
 
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Esta página del libro inglés del siglo XVI "The Crowne of Nature" nos muestra la imagen simbólica de la "esencia de mercurio", que algunos alquimistas creían era el ingrediente fundamental de la materia.

CONOCIMIENTOS BASICOS DE UN ALQUIMISTA

Las bases de la alquimia.
Hechas estas aclaraciones sobre el simbolismo alquímico, veamos en que fundamentaban los alquimistas sus ideas sobre la transmutación de los metales.
La química "clásica" proclama de una forma tajante la imposibilidad de la transmutación de los metales... ¡pese a que la energía nuclear nos dice hoy en día que sí es posible! Sin embargo, las ideas de los alquimistas eran al respecto muy distintas de las de la química clásica. Para ellos, la naturaleza no se componía de materias orgánicas e inorgánicas (las primeras vivas, susceptibles a crecer y desarrollarse, y las segundas muertas e inertes), sino que todo provenía de una única sustancia original.
"Y como quiera que todas las cosas lo fueran por la contemplación de una sola, así también todas las cosas surgieron de esta única cosa por un simple acto de adaptación", reza la tabla de Esmeralda.
Bajo este punto de vista, los metales eran considerados como diferentes estadios de un mismo intento por alcanzar la perfección. Esta perfección eran los metales nobles: el oro y la plata, y los demás metales no eran más que estadios intermedios en el camino de esta perfección. Las creencias alquimistas decían que la Naturaleza, en su constante trabajar, iba transformando lentamente los metales viles en oro, en cuyo estadio se cerraba el proceso hacia la perfección, y a partir de cuyo punto se reinvertía el camino, convirtiéndose los metales nobles de nuevo en metales viles: de ahí precisamente nació uno de las símbolos básicos de la Alquimia, la serpiente que se muerde la cola (o serpiente Ouroboros, que más tarde fue transformada en dragón), como significación de la eterna continuidad del proceso.
Este proceso de ennoblecimiento y de envilecimiento hacía necesaria la posibilidad de la transmutación. La Alquimia, por tanto, no iba contra la Naturaleza: lo único que hacía era intentar ayudarla, acelerar el proceso, suprimir las etapas intermedias y cambiar directamente los metales viles en oro y plata. Por medio de un agente, una sustancia particular que accediera a la transmutación, brusca y repentina de uno a otro extremo.
Este agente era, naturalmente, la Piedra filosofal.
 
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Ilustración perteneciente al famoso "Ripley Scrowle", relación de los trabajos del alquimista inglés Goerge Ripley. En ella podemos ver un objeto rojo central que es la Piedra filosofal, circundada por una serie de escenas que muestran las siete etapas mediante las cuales Ripley afirmaba que podía llegar a ser conseguida, a partir de la sustancia representada por el pequeño ser humano contenido en el matraz. Para ello, según sus palabras, debía seguirse la operación siguiente: "Primero calcina, y después corrompe, disuelve, destila, sublima, desciende y fija..." Las experiencias alquímicas de Ripley le produjeron tal fortuna que se permitía entregar anualmente cien mil libras a los Caballeros de San Juan de Jerusalén. La obra fue editada en Lübeck en 1588.

simbolismo alquímico

El simbolismo alquímico.
Si observamos los grandes libros de Alquimia (como la Tabla Esmeralda, los libros de Zósimo, las obras de Geber o el Mutus Liber) lo primero que nos sorprenderá será su profundo simbolismo. Su profundo y deliberado simbolismo, nos atreveríamos a decir. Porque el afán de los alquimistas en mantener secretas sus artes a fin de preservarlas de los intrusos y de los no iniciados les hizo concebir sus libros en forma simbólica e ininteligibles para los no adeptos. La simbología alquímica es enorme, extensísima, y abarca todo su conjunto. Sus fórmulas son indescifrables para quien no haya estudiado antes a fondo los distintos artes alquímicos, lo que por otra parte hace pensar a algunos autores modernos en la posibilidad de que se trate no de libros esotéricos sino sencillamente de libros "técnicos" (dentro del restringido sentido que se puede dar a la palabra "técnico" con referencia a la época medieval), ininteligibles para los "no técnicos", al igual que hoy en día un libro de física nuclear para físicos nucleares será totalmente ininteligible para quien no haya estudiado a fondo la disciplina, sin que por ello pueda tachársele de libro simbólico o esotérico.
De todos modos, el simbolismo de los libros alquímicos, sea de uno u otro orden, es evidente. Los metales, por ejemplo, son equiparados a los planetas, y reciben el nombre y símbolo planetario correspondiente: el oro es el Sol, la plata es la Luna en cuarto creciente, el mercurio la Luna en cuarto menguante, el cobre Venus, el plomo Saturno, el hierro Marte... Así, cuando se habla del "matrimonio del Sol y la Luna", hay que entender la aleación del oro y la plata, con la evidente desorientación de quien no esté al corriente de la clave.
Los instrumentos reciben también a menudo nombres de animales, impuestos la mayor parte de las veces por analogía con sus formas: el pelícano alquímico, la cigüeña alquímica, el avestruz alquímico... indican formas determinadas de retortas, matraces y alambiques que hay que usar en diversas operaciones. Las propias operaciones alquímicas reciben también nombres correspondientes a signos astrológicos: la calcinación es designada como Aries, la sublimación como Libra, la fermentación como Capricornio, la solución como Cáncer...
En cierto modo, este sistema de notación es tanto un medio de hacer que los no iniciados no comprendan absolutamente nada como de facilitar el trabajo a los propios alquimistas.
Pero a este primitivo simbolismo, de naturaleza eminentemente práctica, se unió bien pronto otro simbolismo mucho más profundo. E.J. Holmyard, al hablarnos de los signos, símbolos y términos secretos usados en Alquimia, nos dice que en los siglos posteriores al XV se hizo preceptible (aunque antes ya existiera en cierta medida) una bifurcación que se fue acentuando gradualmente: así como aquellos alquimistas cuyo fin primordial era la transmutación material de los metales viles en oro hablaban aun con sus alegorías tradicionales, fueron apareciendo simultáneamente otros alquimistas o pensadores con inclinaciones alquimistas "que muy rara vez encendieron un atanor o blandieron un almirez". Estos pensadores fueron en cierto modo los iniciadores de una Alquimia esotérica vista desde su vertiente más pura (de la que hablaremos más adelante), y su finalidad no era la de conseguir la transmutación de los metales, sino la transmutación del Hombre mismo, dando a la Gran Obra un sentido místico que hasta entonces no había tenido.
Hay, por lo tanto, en muchos libros de Alquimia, una serie de simbolismos que es preciso entender de dos maneras distintas: como indicadores de una reacción material, física o química... y también como indicadores de una reacción espiritual a obrar en el propio operador. Así, símbolos alquimistas como el andrógeno, el huevo cósmico, el hermafrodita, el matrimonio alquímico (del cual el hermafrodita es hijo), etc., tienen una doble y clara significación. Las ideas de muerte y resurrección, por ejemplo, bases de toda la operación alquímica, no representan solamente la muerte de los metales viles y su resurrección como metales nobles, sino igualmente, en la Alquimia esotérica, la muerte del individuo y su resurrección como ser más perfecto, como "individuo despierto", según es llamado en muchos textos.
 
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Grabado perteneciente al "Liber Mutus", en el que la destilación es expuesta a la acción de la Naturaleza, que junto con Mercurio la reemplaza en los recipientes.

ESTUDIAR LA ALQUIMIA EN TIEMPOS PASADOS

Estudiar la Alquimia, leer los antiguos tratados...)
Pero los antiguos libros que hablan de Alquimia están escritos para los iniciados: son oscuros y muchas veces difíciles de comprender. Es por ello que gran parte de los experimentos primitivos, realizados por entusiastas codiciosos de obtener oro a bajo precio, fracasaran estrepitosamente... lo cual hizo que muchos practicantes que se lanzaron a la Alquimia con un desbordante entusiasmo se desanimaran rápidamente y abandonaran el campo, mientras otros declaraban públicamente que la Alquimia no era más que un fraude.
Frente a estos rápidos desanimados, sin embargo, otros alquimistas, con mayor tesón o más fundamento de causa, prosiguieron sus experimentos pese a los constantes y ya previstos fracasos iniciales, buscando e investigando por ellos mismos más que siguiendo al pie de la letra los textos antiguos, logrando éxitos apreciables y desentrañando el simbolismo que hay tras el oscuro caparazón que envuelve los libros de Alquimia. Estos perseverantes recibirían, hoy, el nombre de investigadores, puesto que estaban animados por el mismo espíritu. Un investigador nato que naciera en la Edad Media, un curioso de los problemas científicos y del estudio de la naturaleza, encontraría todos los caminos cerrados por la ignorancia. El investigador medieval solamente hallaría tres caminos hacia los cuales desarrollar su actividad: la medicina, la astronomía (y la astrología)... y la Alquimia.
Es así como se iniciaría la "casta de los alquimistas". La Alquimia, en su rama más pura, no se continuaría tan solo por el aprendizaje, sino también por tradición... por sucesión. Todos los libros de Alquimia nos hablan del "Gran Secreto", del secreto de la Piedra filosofal, que jamás ha sido revelado públicamente. En ninguno de ellos se menciona la posible naturaleza de este secreto, ni siquiera del modo cómo encaja dentro de los trabajos de la Alquimia.
Pero en lo que si están todos de acuerdo es en que ésta, la del "Gran Secreto", es la base de toda la tradición alquímica. Los neófitos que iniciaban sus tanteos alquímicos sufrían en sus primeros ensayos numerosos, totales y estrepitosos fracasos. Era algo así como una "prueba del fuego", la prueba de su iniciación y de su purificación. Era también una criba. Sólo los que no se desanimaban y continuaban trabajando pese a los continuados fracasos merecían entrar en la "casta de los alquimistas" y ser conocedores del Gran Secreto. Secreto que les era revelado generalmente por otro alquimista, su Maestro, bien en su lecho de muerte, para que el secreto no se fuera con él a la tumba sino que tuviera continuidad, o simplemente cuando se apercibía de que su discípulo merecía realmente conocerlo.
Ningún alquimista divulgó jamás públicamente su secreto, ninguno lo vendió a otras personas. Lo traspasaban a alguno de sus discípulos, para que continuaran en su nombre la Gran Obra. Esto no quería decir, de todos modos, que hubieran llegado a alcanzar el secreto de la Piedra filosofal, sino que, en la mayor parte de las ocasiones, se trataba tan sólo del estado de adelanto de sus investigaciones. Sherwood Taylor nos dice al respecto que algunos alquimistas, como Charnock, fueron instruidos en una hora, mientras que otros, como Norton, necesitaron cuarenta días. ¿No es esto tal vez la revelación del estado de unas investigaciones que podían estar más o menos avanzadas? ¿O tal vez era simplemente la revelación de la verdadera naturaleza, la esotérica, la oculta, de la Alquimia, la que abriría los ojos al aún ignorante discípulo? Las respuestas pueden ser muchas...
 
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El Maestro, confortablemente sentado en su sillón, da las instrucciones a sus discípulos que, ayudados de un refinado instrumental, cumplen fielmente las instrucciones recibidas. Una vieja norma de los alquimistas dice que todas los trabajos deben ser acometidos por el propio alquimista, el cual no debe confiar ni en sus más directos discípulos a la hora de realizar las delicadas 

SECRETOS DEL ORO

*La visión actual de la humanidad no es un producto de la evolución. Así, décadas de darwinismo se enseñan en las escuelas y universidades de todo el mundo, y podrían ser considerados como pseudociencia. Yo creo que el Homo sapiens fué creado por seres extraterrestres *a su imágen y semejanza* hace unos 400 000 años. Y aquí hay que destacar que los extraterrestres, los antiguos llamados *dioses* aparecieron en la Tierra mucho antes de la aparición de los tradicionales textos religiosos.
- ¿Quiénes son nuestros creadores?

*Pueden ser dioses civilizadores. Esta especie es muy similar a nosotros, sólo que más avanzados en términos de tecnología. Aparecieron en el planeta Ki =del sumerio;Tierra= hace millones de años. Mi obra se basa precisamente en la cosmogonía sumeria, egipcia, así como del Yucatán y de fuentes indias. Según mi investigación, es una entidad extraterrestre. Muchas colecciones de piedras peruanas de Ica, recogidas por el Dr. Cabrera, muestran a personas que aparecen en la compañía de dinosaurios y otros animales prehistóricos. Hay dos versiones: o bien los humanos modernos vivieron hace 65 millones de años=fecha de extinción de los dinosaurios=, o los reptiles gigantes se quedaron en la Tierra para el paleolítico tardío, es decir, que éstas piedras datan de este periodo en América del Sur.

-¿También los dinosaurios fueron creados por los dioses civilizadores?

*¡Por supuesto! Es decir, los dinosaurios y ballenas, baobabs y las manzanas, patatas y uvas, vacas, caballos, ovejas y otros animales y la naturaleza misma son en su mayoría vegetales genéticamente modificados. Por eso digo: la gente es el fruto genético de la ciencia genética extraterrestre. Primero se creó la Tierra desde un planeta llamado Tiamat, que giraba en órbita entre Marte y Júpiter y luego el trabajo continuó aquí.

-¿Con qué propósito se llevó a cabo un experimento para crear un ser humano?

*Para ellos, esto no fué un experimento, supongo, sino una necesidad urgente. Hoy sólo podemos hablar del último período de existencia en la Tierra, que se describe en los textos antiguos, que es de unos 400.000 años.. Es el Anunnaki famoso, llamado en los textos sumerios como Enki Enlil y Ninlil, así los recién llegados tuvieron que crear los *dioses menores*, conocidos en la literatura arcaica con la palabra disonante *IGIGI*.
Los trabajadores de la nueva creación debían trabajar en la extracción de metales, como el oro, la producción de alimentos, y todo lo necesario para los trabajadores de turno que venían del planeta Nibiru, el hogar de los Anunnaki. El trabajo era duro a pesar de la divina maquinaria tecnológica y obviamente se rebelaron. Entonces se decidió reemplazar a aquellos trabajadores *Junior*ejemplares biológicos, por la *gente*.
-Pero el oro… ¿Por qué los extraterrestres tomaron un metal tan noble?

*Energía! Debido a ser dueños de sus fuentes de hoy en día, el oro sigue provocando numerosos conflictos. Hay una versión, de que el oro extraído en el mundo por aquellos *dioses* era imprescindible para su planeta de origen, ellos lo transformaban en un capullo formado por placas pequeñas, con el fin de preservar el calor planetario ya que Nibiru estaba muy lejos del Sol en un período de revolución alrededor de 3600 años terrestres. Me inclino a interpretar ésto como la necesaria civilización de la Tierra para extraer el metal amarillo, de la misma manera como nosotros usamos el petróleo, gas, carbón y uranio, como fuente de energía.

-¿Cómo se explica técnicamente la energía en el oro? Cómo recibir energía desde el metal?
*Hoy en día, en los productos electrónicos, televisores, computadoras, el oro se utiliza, aunque en pequeñas dosis. En las últimas producciones de Rusia para la industria de las radio comunicaciones se utilizaron hasta veinte toneladas de oro. El oro proporciona una velocidad constante de corriente baja, y por lo tanto la estabilidad de la transmisión de la información. En Tehuacán-México se ha descubierto recientemente una pirámide en cuya base fueron puestos condensadores de potencia entre dos gruesas capas de Mica extremadamente pura. 
Los arqueólogos que descubrieron los restos los examinaron. El resultado sorprendió: en las muestras estudiadas se encontraron micropartículas de aleación de oro de calidad muy alta. Como sello entre las capas de mica en el condensador vasto y poderoso, estaba el metal amarillo. 

-¿Y cuál es la función de este condensador?
*Al parecer, una fuente de alimentación para muchos aparatos extraterrestres eléctricos. Los gigantes bloques de pórfido y granito utilizados en la albañilería ciclópea de los edificios, era necesario ser cortado con algo especial. Por ello todo esto tiene una enorme energía. Y esto es sólo una pequeña parte de la vida de éstos dioses. Además, la pirámide podría ser parte de un gran transmisor y recepción de un sistema de comunicación utilizado entre la colonia de la Tierra y la metrópoli en Nibiru. Una especie de antena parabólica, para decirlo llanamente. La pirámide era un objeto técnico bastante versátil.

-¿Cuáles son los textos que indican su inclinación hacia la teoría del oro?
*Hoy en día sobreviven cuatro Códigos Mayas =uno en especial= que contiene información sobre el tema del oro. También hay una descripción del oro en tablillas de arcilla mesopotámicas. Sobrevivió un montón de información escrita y física, pero se refiere sobre todo de nuestro tiempo, la quinta civilización, una edad de unos 12-14 mil años =después del diluvio=.
Una amplia gama de artefactos ocultos han salido a la vista, en la costa del Océano Ártico, en los montes Urales, en Siberia, en general, pero este es un tema que describe el primer caso, el de un mundo antediluviano. Allí se puede encontrar evidencia gráfica de mi conclusión de que los dioses estaban enfocados en la provisión del oro como fuente de energía.

-¿Por qué la extracción de oro para los dioses se ha interrumpido?, o ¿continúa todavía?
*Esta pregunta es de interés para muchos investigadores. De acuerdo con las fuentes escritas, la minería de oro se abandonó desde miles de años atrás. Sólo entonces se convertirá en un metal de los reyes, y a partir de allí, también de los plebeyos. Antes de eso, el oro fué prohibida en su extracción y participó sólo en el santuario de homenaje a los dioses. Esto se ve claramente en las antiguas tumbas de personas importantes en las cuales, necesariamente, de una forma u otra, hay oro. Por qué se detuvo la producción es una cuestión aún más complicada de descubrir. Puede haber sido que durante miles de años haya sido suficiente, o bien las batallas entre los distintos grupos de dioses lograron que el ser humano entrara en guerras y ya no puediera ser utilizado como esclavo.
***Sumamente interesante me resulta ésta visión rusa del trabajo de Sitchin y recuerdo que éste tema fué abordado por el amigo Oscar en el Foro Nuevos Tiempos. En mi personal óptica sobre éste tema ustedes conocen ya mi adhesión al trabajo de Sitchin así que no vale la pena redundar, pero sí quisiera agregar mi opinión sobre el tema del oro. Ciertamente, el acopio pudo haber sido los suficiente como para no necesitar seguir extrayéndolo, o bien con el correr de los milenios hallaron otro elemento para suplantarlo, o simplemente Nibiru se volvió irrecuperable para la vida y sus habitantes transmigraron a otros mundos, y como hipótesis final, Nibiru se extinguió por un cataclismo o por guerras internas o interplanetarias. Por el momento es imposible tener certeza sobre esa cuestión. Y del oro en la Tierra, efectivamente pareciera que ese metal quedó especialmente circunscripto a los ceremoniales y rituales de antiguos dioses de nuestra historia y también en las religiones que hoy dominan al mundo. Es como si fuera una especie de *homenaje* a los dioses del oro. Pero si bien podríamos suponer que tanto oro extraído durante milenios por aquellos extraterrestres se hubiera terminado, es incorrecto. Existen grandes minas en la actualidad, se siguen descubriendo otras y se estima que el oro tiene una abundancia media de 0.004 ppm en la corteza terrestre y tambien queda en el manto del suelo, en arenas eluviales. Por citar solo un ejemplo, *Las Cristinas* en Venezuela, situado en el estado de Bolívar, es uno de los mayores yacimientos de oro que quedan en el mundo sin explotar. Es decir que el oro está muy lejos de haber sido extinguido por más que han pasado miles y miles de años de extracción. 
La gran pregunta es..¿para qué se sigue extrayendo oro?
Más allá de lo ritual.
Algunas aplicaciones;

*Funciones críticas en comunicaciones, naves espaciales, motores de aviones de reacción y otros muchos productos.
*Se emplea como recubrimiento protector en muchos satélites debido a que es un buen reflector de la luz infrarroja.
*Su alta conductividad eléctrica y resistencia a la oxidación ha permitido un amplio uso como capas delgadas electrodepositadas sobre la superficie de conexiones eléctricas para asegurar una conexión buena, de baja resistencia.
*El oro coloidal =nanopartículas= es una solución intensamente coloreada que se está estudiando en muchos laboratorios con fines médicos y biológicos. También es la forma empleada como pintura dorada en cerámicas.
*El ácido cloroaúrico se emplea en fotografía.
*El isótopo de oro 198Au, con un periodo de semidesintegración de 2,7 días, se emplea en algunos tratamientos de cáncer y otras enfermedades.
*Se emplea como recubrimiento de materiales biológicos permitiendo ser visto a través del microscopio electrónico de barrido (SEM).
*Se ha iniciado su uso en cremas faciales o para la piel.

Como debemos dudar necesariamente de todo, podríamos pensar que es valioso para su utilización en el ámbito espacial, algo que desvela a nuestra raza, sin embargo, también podríamos pensar en otras razones.
Descarto su extracción exclusivamente para el ritualismo y las aplicaciones anteriormente citadas, y estoy muy convencido de lo siguiente;

El oro como valor primordial de reaseguro.
Todo puede caer en éste mundo de valores, en papel, en moneda, en comercio electrónico, pero si algo no cae jamás es el oro. Es en las bóvedas de los grandes bancos de nuestro planeta donde descansan toneladas de éste metal, bajo las normas de seguridad más celosas y estrictas del mundo. Es decir, que podría acabarse todo lo creado por el hombre, pero el oro está allí…bien guardado y sin ningún tipo de utilización, en lingotes que no cumplen ninguna función más que….
¿Un futuro asegurado?. 
Ésto desencadena en la hipótesis de que la conexión entre aquellos extractores extraterrestres de nuestro oro y nuestra civilización, nunca se cortó. Esas toneladas mezquinamente inútiles que descansan en las inexpugnables bóvedas de los bancos, podrían ser el pasaporte para nuestra élite si las cosas en el planeta un día llegan a ser inevitables para la vida y la continuidad de la misma. 

¿Moneda de cambio para comprar un pasaporte a otro lugar?, podría ser, como también podría ser que nuestro planeta estando tan cerca del Sol sin la misma necesidad que tenía Nibiru, a pesar de ello podría padecer de severos cambios en nuestra estrella y necesitar del oro para *curar* a la Tierra, tal como hacían aquellos habitantes del planeta del cruce.
Sin dudas que el tema del oro y su exagerada extracción no se condice con la utilización y su consumo, por el contrario, el oro es acumulado en su mayor parte, y muy poco es lo que se destina a la manufactura.
Las religiones no lo han abandonado, a manera de mantener viva su adoración a su dios o dioses, y quienes detentan el poder concentrado de nuestra raza, lo guardan celosamente, detrás del misterio, del misticismo, y de las sociedades secretas. Algo encierra el oro que nada tiene que ver con lo poco que sabemos de él, y cuando algo se mantiene en secreto, ya sabemos que allí hay algo que no se desea revelar a la gran mayoría de los que formamos parte de la humanidad. El oro, un misterio que sólo conocen unos pocos.